Jan 14, 2005

El Rol de la Derecha

La vez pasada vi un muy interesante intercambio entre Mauro de Buenos Aires Blog y Rubén de Blog Bis sobre el rol que debería tener en Argentina un hipotético “gran partido de derecha” o la “derecha” en general.

En mi opinión, debemos tomar en cuenta que, en el caso de Argentina, es necesario redefinir las posturas políticas clásicas. Esto es así porque hay un notable corrimiento hacia la izquierda de todo el espectro ideológico. Lo que en un país normal se denominaría el Centro, en nuestro país es la Izquierda, la Izquierda es la Extrema Izquierda en Argentina, el Centro en los países más normales y modernos ideológicamente vendría a ser el equivalente a la Derecha argentina, etc.

A partir de lo anterior, es necesario definir qué es ser de derecha en Argentina. Todos tenemos nuestro sistema de valores y creencias, nuestra ideología, nuestra visión de cómo debe ser el país y el mundo, no hay consensos en todos los campos ni aun entre personas del mismo lado del arco ideológico.

Por otro lado, es necesario admitir que los problemas que enfrenta el país son extremadamente básicos, cuestiones que deberíamos haber resuelto hace generaciones. Ante lo elemental de los problemas por resolver, no podemos darnos el lujo de caer en posturas sofisticadas o propuestas demasiado a futuro. Es necesario tratar de resolver cuanto antes los problemas de base que no nos permiten levantar cabeza como país y como sociedad.

¿Cómo hacerlo? Desde mi punto de vista, la derecha, y lo poco que queda de racional del espectro político en el país, debería proponer la adopción como políticas de estado de no más de 4 o 5 cuestiones centrales, que hacen a la esencia de lo que queremos ser como sociedad y como país.

Por lo básico de los problemas, estas cuestiones no pueden ser demasiado avanzadas o sofisticadas. En lo personal, creo que sería un avance enorme si toda la clase dirigente del país, no sólo la política, acordara adoptar como políticas de estado los 4 objetivos que enumero para Argentina en la sidebar del blog: Democracia Política, Racionalidad Económica, Modernidad Cultural, Reinserción en el Mundo. No se me ocurrieron a mí, los saqué de Critica de las Ideas Políticas de Juan José Sebreli (si no lo leyeron, se los recomiendo).

Si bien es cierto que con estos cuatro puntos no solucionaríamos todos los problemas del país, por lo menos nos darían un punto de partida con más posibilidades de tener éxito. Todo muy lindo, pero ¿qué quiero decir con estos cuatro puntos? Una pequeña lista no exhaustiva:

Democracia Política:
Adopción de un sistema democrático “Lockeano”, dejar de lado definitivamente la versión “Rousseauniana” que prevaleció hasta ahora. Reforma del sistema electoral, eliminar o limitar sistema de lista completa, posibilidad de candidatos independientes, sistema de internas establecido, sin partidos hegemónicos ni únicos, plena vigencia de la constitución como ley suprema de la nación (preferiría la de 1853 – 60, pero bueno…), etc.

Racionalidad Económica:
Como decía López Murphy, adoptar el equivalente económico de las normas ISO, es decir, tener en cuenta qué se hace y qué no en los países más serios del mundo, plena vigencia del derecho de propiedad, entender de una vez por todas que los contratos son sagrados, no se puede gastar lo que no se tiene, debemos ser pro-mercado, no pro-negocios, defensa plena del consumidor, no del productor, concepto sobre la riqueza: se crea, no se transfiere, abandono de la visión de suma cero, etc.

Modernidad Cultural:
En pocas palabras, el compromiso de Argentina debe ser con la modernidad. Debemos dejar de lado como políticas de estado disparates ideológicos como el indigenismo, los piqueteros o el movimiento de los Sin Tierra. Si queremos ser ganadores, debemos juntarnos con los ganadores. Es necesario sepultar definitivamente, como aberraciones históricas y estados de locura temporaria, objetivos de política exterior tales como el liderazgo del Movimiento de países No Alineados de Alfonsín – Caputo o la membresía de la Liga de países Árabes de Kirchner – Bielsa.

Reinserción en el Mundo:
La Argentina debe ser inequívocamente y definitivamente Occidente. Nuestros intereses deben ser los de los países de Occidente, es decir Europa, EEUU y sus “offshoots”: países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda. Si a ellos les va bien, nos va a bien a nosotros. Debemos lograr ser un país previsible y racional. Debemos ser parte integral del grupo de países desarrollados, de las democracias capitalistas.

12 comments:

  1. Lamentablemente compartir espacios porque sí es lo que finalmente termina por balcanizar los bloques parlamentarios una vez que se llega.
    Aquí la única manera de crecer es formando un partido ideológico coherente que con el transcurso del tiempo logre generar una corriente de confianza en los votantes, que por ahora sólo ven pobre debate, un flan ideológico y pocas ganas de ejercer el poder.
    La última experiencia seria, la UCD, fue absorbida por el peronismo menemista. Ese es el destino de cualquier partido que ose ocupar espacios en Argentina

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  2. La estrategia política de la derecha es la negociadora, y así muchachos no hay oposición que funcione.

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  3. Marcos, me gusta mucho e libro de Grondona que comentas, en otros posts lo he comentado. Pero en este caso, los cuatro objetivos que comento son de Sebreli en el libro que cito. Es muy interesante también.

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  4. He leído bastante de estos blogs y sus comentarios y hago el mío propio un poco filosófico y general.
    -Me parece que la decisión de los ilustrados o clase dirigente no es tanto dirimir cuanto de socialismo o de capitalismo hay que adoptar.
    -La gente juzga que cierto juego del capitalismo funciona bien y otras cuestiones o empresas no las ve con buenas intenciones sino con ese desmedido e inescrupuloso afán para ganar más y más.
    -Ve al Estado como que produce ciertas cosas aceptables y de las cuales el usufructa. También lo ve como un descontrol que todo lo complica, y como un juntadero de vividores.
    -Pasa que nosotros, los ciudadanos, hemos perdido (en Argentina especialmente) el control del Estado, y lo vemos como una estructura enorme que funciona poco y generalmente mal.
    -Ve que las empresas privadas funcionan mejor, pero no deja de sentirse abrumado e impotente ante ellas. No quiere que ciertas empresas sean privadas.
    -por eso YO prefiero que sea la gente la que ponga el límite entre lo privado y lo público, ya que todos aceptamos que debe haber cosas públicas y otras que sería absurdo que fueran del Estado.
    ......
    Lo realmente edificante es que los ciudadanos discutamos odenadamente y civilizadamente y determinemos esos límites. Los expertos de un lado y del otro nos deben explicar ventajas y peligros de una cosa y otra, y finalmente decidir cada cosa voluntariamente. Nada de obligaciones.
    .
    Creo que cada día tenemos mejores herramientas para empezar a pensar en una sociedad con estas posibilidades. No hablo de sacar parlamentos ni nada. Solo postulo que conviene que los grandes lineamientos del país los decida la gente. Hoy nos parece una ilusión, pero ya se estan haciendo algunas cosas con mayores pretensiones y con tecnología colaborativa (los wikis de internet son muy nuevos pero el mejor ejemplo de la potencia de algo que recién empieza a desarollarse), hay mucho para decir de todo esto. La usurpación que han sufrido los estados y el crecimiento de las empresas muy grandes es enajenante y resta a la gente común su posisbilidad de desarrolleo e iniciativa personal. Horacio.

    -

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  5. Horacio, Yo creo firmemente en la libertad. Estoy convencido de que el libre intercambio de bienes y servicios es la manera más eficiente de asignar recursos. Con el estado no se compite, con el estado no se elige. Creo que sobran experiencias en ese sentido.

    De todos modos, creo que el problema más grave de Argentina no es si tenemos mucho o poco estado. La diferencia entre un país exitoso como Canadá y uno como Argentina no pasa por las grandes cosas, no pasa por la cima, sino por las cuestiones de base. Es imprescindible que como sociedad alcancemos consensos de mínima que eleven el piso de racionalidad sobre el que nos movemos.

    Corrupción, ineficiencia y errores (u horrores) de política económica se dan en todos los países, pero por ejemplo en Canadá a ningún Primer Ministro se le ocurriría devaluar un 200 el dólar canadiense y destruir todos los contratos de la economía para licuar las deudas de unos cuantos amigos y allegados al poder.

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  6. Parece ser medio tarde para comentar este post, pero igual lo hago:

    Todo lo que decís me llena de anhelo, pero no sé si es practicable.
    Creo que nunca erradicamos a Rosas y nunca erradicaremos a Perón. Han sido sumamente exitosos en el arte de destruir destinos.
    Yo tengo mi pensamiento político definido de esta manera: siempre voy a optar por la república y el desarrollo, aunque esté solo.
    Ya no espero resultados. Lo único que quiero es que los grandes propósitos del siglo XIX (Rosas excluido, por supuesto) no mueran en mí.
    La buena gestión, crear riqueza, tener un sentido de pertenencia claramente occidental, liberar el mercado y nutrirlo con inversiones, todas esas cosas que son básicas en otros países en Argentina son utópicas.

    Siento una especie de simpatía, afinidad o agrado (algo así) por el hecho de que hayas redactado este post.

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  7. Claude, Con Andrés, otro lector, venimos hablando del tema acá en el blog. Honestamente lamento admitir que no soy demasiado optimista con respecto al futuro del país. Creo que lamentablemente el consenso de mínima que hemos alcanzado como sociedad es exactamente el contrario del que nos permitiría levantar el piso de racionalidad sobre el que nos movemos. Lejos de admitir el error, estamos locos de contentos.

    Creo que el cambio es posible. Lo demuestran países como Chile o España. Pero honestamente me cuesta imaginar un escenario en el que se de en Argentina.

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  8. Disculpen si mi pregunta es poco seria o ignorante pero exactamente en que aspectos te referis cuando dice...
    "Adopción de un sistema democrático “Lockeano”, dejar de lado definitivamente la versión “Rousseauniana” que prevaleció hasta ahora."

    Otra cosa, Louis Cyphre cuando dijiste " [...] en Canadá a ningún Primer Ministro se le ocurriría devaluar un 200 el dólar canadiense y destruir todos los contratos de la economía para licuar las deudas de unos cuantos amigos y allegados al poder."

    Yo creo que es un defecto de principios en el Argentino.

    Rodrigo
    15 años

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  9. Adopción de un sistema democrático “Lockeano”, dejar de lado definitivamente la versión “Rousseauniana” .

    Que es dejar de lado la democracia rousseauniana y adoptar la lockeana?

    mariana

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  10. Louis:
    Para mi, la libertad también es un bien muy preciado. Entiendo muy bien que vivir en sociedad nos impone límites. Por ejemplo nadie puede ser libre de vender drogas o cualquiera de muchas acciones antisociales.

    Entonces el problema en el que los argentinos NO estamos de acuerdo, es donde poner esos límites, que necesariamente en algún lado hay que poner. Mi postura es el diálogo intenso, con mucha participación de expertos, y la solución colectiva, que hoy en día es posible:

    Argentideas.blogspot

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  11. Hola, un poco tarde tambien el comentario pero esto es lo bueno de los blogs tambien.

    De lo que comentas hay muchas cosas que estoy de acuerdo y tenes mucha razon en cuanto a que las cosas basicas son las que importan. Lo que mas estoy en desacuerdo es en "Reinserción en el Mundo: La Argentina debe ser inequívocamente y definitivamente Occidente"

    Sobre todo porque nosotros NO SOMOS OCCIDENTE. Occidente son los paises desarrollados del occidente geografico, vos viajas y seguramente sabes bien que para un europeo "western world" no nos incluye a nosotros. Argentina es sudaca, latina, tercer mundista y desde ahi, que es lo que somos, tenemos que construir nuestra posicion internacional.

    Saludos para todos !

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  12. Dirty Ass, la pertenencia o no a la cultura occidental no pasa por una cuestión geográfica. Se trata de algo netamente cultural, de sistema de valores, de la manera en que se encara la realidad. Podríamos decir que Occidente es sinónimo de modernidad. Países como EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda son parte de Occidente.

    Uno de los grandes interrogantes sobre Latinoamérica es por qué siendo un “offshoot” de Europa en América, tanto o más que Canadá y EEUU, nunca lograron insertarse decididamente en la modernidad.

    Pero creo que lamentablemente tienes razón cuando dices que Argentina, después de ser uno de los primeros países de la región y del mundo en insertarse en la modernidad, decidió que se siente mucho más cómoda en la antimodernidad.

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