Ayer llegó la nueva reevaluación de las propiedades de la municipalidad. Se hace cada tres años.
La buena noticia, nuestra casa cuesta un 25 – 30% más de lo que la pagamos (o estamos pagando).
La mala noticia, un aumento del precio implica un aumento del impuesto inmobiliario.
Hay mucha gente muy caliente. Se preguntan por qué, en el medio de aumentos generalizados de impuestos, la ciudad insiste en, por ejemplo, patinarse casi dos millones de mangos en un festival ecologista. ¿No sería mejor recortar los gastos que no son estrictamente necesarios?
Pero no hay caso, todos los políticos en todos lados son iguales. Están convencidos de que la plata de los contribuyentes está para que la gasten ellos.
La triste realidad es que en la funcion publica mientras más plata gastas más plata tenes. Todo está en volver todo lo que haces terriblemente necesario. Un funcionario ahorrativo esta cavando su propia tumba, acostumbrar a los contribuyentes a que se puede hacer lo necesario con poca plata y sin demasiada alharaca es como decir "mi trabajo es solo un mal necesario". No hace falta aclarar que es exactamente mi opinión.
ReplyDeletees patético, te dan una valuación, pero si querés venderla a ese precio no te la compra nadie.
ReplyDeleteestonces, la casa tiene ese valor??
No, el valor de una casa es el de que haya gente que esté dispuesta a pagar. Si no, no tiene ese valor.