Los argentinos están dejando pasar una oportunidad única para sumarse al tren del desarrollo con tal de darse con el gusto de seguir debatiendo cuestiones bizantinas que el resto de los países de la región superaron hace unos 30 años.
Próximamente en esta sala: ¿es posible instalar una bailanta para ángeles en la cabeza de un alfiler?
Es una pena muy grande. Pero, al final de cuentas, quién les quita lo bailado. Espero que valga la pena.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.