La pregunta que nunca falta.
Las respuestas suelen incluir “para tener una mejor calidad de vida”, “conseguir un mejor trabajo”, “ganar más”, “para que no me maten/no defecarme de hambre en mi país” y cosas por el estilo.
Pero en realidad, lo que la gran mayoría viene a buscar en países como Canadá es más libertad. Libertad política y económica, libertad para votar, para trabajar pero, sobre todo, libertad para vivir como mejor se me venga en ganas.
Y no le contiene cero al cociente aquello de que “no pasa nada, che, acá en [nombre de autocracia con economía planificada] hay miles de leyes y regulaciones pero son de cumplimiento voluntario". No sirve de nada, porque siempre cuelga de un hilo de coser deshilachado sobre tu cabeza la espada de que no vaya a ser cosa que tengas una diferencia personal o sectorial con algún funcionario y se le ocurra hacer cumplir alguna de las tantas leyes o regulaciones absurdas que cubren hasta los aspectos más esotéricos de la vida en países como Argentina.
Con o sin leyes y/o regulaciones, aún si son de cumplimiento voluntario, tu libertad y tu patrimonio está siempre supeditado al humor de algún funcionario.
Es tal cual, muchas actividades económicas se pueden realizar porque no hay control de las absurdas y delirantes leyes, que en la práctica son de cumplimiento voluntario. Por algo el 40% de los trabajadores está en negro. Si tuvieran que blanquear, la gran mayoría de los negocios quebraría porque no dan para subsistir con estas leyes. Pero hay un tema, que cuando el negocio en negro va bien, empieza a tomar cierto volumen y en algún momento hay que blanquear la situación, es ahí cuando el negocio se estanca o empieza a morir. El que ya tiene un volumen grande está tranquilo porque nadie lo puede alcanzar empezando de cero. En Argentina nadie o casi nadie puede arrancar de cero cumpliendo TODAS las leyes y regulaciones.
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