En destacadísimo analista santiagueño me cuenta que desde la llegada del “modelo”, en el Emirato de Santiago del Estero cada vez se produce menos y trabaja menos gente pero literalmente llueven dólares. El gobernador, el mejor de la historia, es culo y calzón con el régimen kirchnerista y se beneficia con transferencias por coparticipación considerablemente superiores a las de décadas pasadas menos dignas.
El nivel de empleados públicos a nivel provincial y municipal es récord en la historia, los salarios no tienen absolutamente nada que ver con la productividad y hay “obras” a rolete: actos sin reparar en gastos, terminal nueva, autódromo, edificios para la administración pública, avenida de circunvalación, barrios y barrios de casas para regalar (con paisajismo con palmeras, como corresponde a un emirato), etc.
En ese contexto, sostiene que es una extravagancia pretender hablar de restricciones presupuestarias, de recursos escasos, de asignación eficiente de recursos, de productividad, de aprovechar para ahorrar en épocas de vacas gordas para que las de vacas flacas sean más llevaderas.
Cree que hay gente más de clase media que se da cuenta de que la situación es insostenible, pero que está resignada. La idea es vivir el presente de la mejor manera porque no tiene futuro.
El sueño del pibe argento: vivir de rentas.
Cuando baje la marea..
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