Sep 8, 2011

Nada de esto es simple pelotudez

Pueden ser boludos o errados en los objetivos buscados, pero no en los medios para conseguirlos.

Han comprobado que pueden avanzar cada vez más en el camino al totalitarismo, y la gente no se da cuenta, o no tiene cultura histórica para saber cómo se llega a esos sistemas (Luis, leíste "The Road to Serfdom" en el Kindle. Habría que releerlo).

La muerte de Kirchner, antes, y el resultrucho de las "primarias" desencadenaron al día siguiente y de esos sucesos y en forma tan inmediata y notoria que no puede ser casual, oleadas de chupamedismo de los medios, y de osadía del gobierno y sus secuaces.

Van por más. Hicieron anular amnistías e indultos, y la gente no se preocupó, porque no éramos militares ni seguidores del proceso. Condenaron a un cura como torturador, en base a testimonios inventados (por algo esos fallos no se publican en las colecciones serias de jurisprudencia). La Corte negó la extradición del etarra Lariz Iriondo por considerar que el delito que se le imputaba estaba prescripto, pero condenaron a un ex agente de la DINA (Arancibia Clavell), reputando imprescriptibles los delitos imputados (todo eso, mientras se sancionaba una ley -25.990- que favorece la prescripción de los delitos comunes). Arremetieron la Corte hasta lograr su propia mayoría, y todos contentos, porque la anterior era "menemista" y por ello podía hacerse tabla rasa de la estabilidad. Persiguieron a Ernestina Herrera de Noble, a sus hijos adoptivos y a los "medios concentrados", y no nos importó, porque en medio de todo fueron cómplices del gobierno en la primera etapa. Anularon un indulto a Martínez de Hoz -que no estaba procesado- pero qué importa un viejo que nada tiene que ver con el auténtico liberalismo. Lograron la sanción de leyes de medios y de educación totalitarias. Persiguen el disenso. Impusieron una multa con pretendido sustento en la totalitaria ley de abastecimiento a una consultora, por no brindar información de sus fuentes para elaborar los índices de precios, y a nadie se movió un pelo. La lista podría extenderse por páginas, sin empezar a hablar de la economía.

Hoy no tenemos libertad de prensa, ni libertad de educación, ni justicia ni parlamento independientes. Somos una republiqueta gobernada por unos alucinados ebrios de poder, soberbios e ignorantes, pero políticamente hábiles, frente a una sociedad estupidizada, en gran medida dependiente del Estado y psicológicamente vencida. Por momentos, yo soy uno de ellos.

Cuando esto degenere en una dictadura chavista, seguiremos pensando que es sólo populismo latinoamericano y folklórico, no filo-marxismo rampante, liberticida y del que es muy difícil volver.

Julio

3 comments:

  1. Acá no se puede decir que nos cocinaron a fuego lento, la gente entregó su libertad en bandeja de plata. Mi duda es si alguna vez el pueblo argentino mereció ser libre, ¿por qué? Quizá esta es la situación de confort tan buscada por la mayoría, donde el Estado (vuelve) a regular cada aspecto de la vida privada de los individuos.

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  2. No hay libertad de educación. Pero no se preocupen: tampoco hay educación.

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