Se lo decía hoy a mis compañeros de trabajo, si tener plata en Argentina en vez de ser una bendición es algo muy parecido a una maldición, de ahí para adelante nada puede funcionar bien. Se premia al que consume o se endeuda, y se castiga al que ahorra o invierte. Se subsidia la pobreza y se combate la riqueza. Difícilmente un país con ese tipo de incentivos deje de ser pobre alguna vez.
Excelente Rothbard. En seis renglones definiste lo que sentimos muchos.
ReplyDeleteExcelente.
ReplyDelete+10
ReplyDeleteq poder de sintesis!
ReplyDeleteSe lo leería amis alumnos, para que se lo graben en la cabeza desde chicos...
ReplyDeleteTal cual.
ReplyDeleteAdhiero, excelente Rothbard.
ReplyDeletePulgar en alto. Suscribo.
ReplyDeleteDon Freeman.