... y el viento los amontona.
En nuestro habitual espacio "hombres que parecen lesbianas viejas",
acá lo tenemos al buenazo de Maicol Mur tirándole data a los muchachos de Occupy Wall Street.
Las propuestas, como de costumbre, como copiadas de un panfleto recogido del piso de la Facultad de Humanidades de la UBA.
Se vino en banda.
ReplyDeleteCreía que era Feinman
ReplyDeleteLouis, viste eso de que uno siempre lleva a un pibe de 17 años en un rincón del cuore? Bueno, estos tipos lo llevan all over them.
ReplyDeleteDepre, Feinmann también parece una lesbiana vieja.
JL
PD: Todo bien con las lesbianas. Y con las viejas. Y con las lesbianas que son viejas. Las quiero a todas. Hablo de parecidos nomás.
el que esta con Mur es Tim Robbins, no? (otro amontonado... faltan Sean Penn y Susan Sarandon y tenemos carton lleno.. por cierto Mur se ve muy mal..)
ReplyDeleteParece charly garcia hecho mierda del todo.
ReplyDeletemucho criticar la intolerancia del kirchnerismo pero ustedes estan bastante cerca respecto a todo quello no alineado en la "derecha"... hay grises viejo. no todo es fidel o reagan.
ReplyDeleteMarcos Call, es cierto. Pero casualmente el Manati de Milwaukee (TM) Moore esta mas a la izquierda que Fidel. Que es mas pelotudo que Fidel, seguro.
ReplyDeleteEl problema no es tanto con la izquierda, sino con las mentiras que manda don Moore.
ReplyDeleteComo cuando llevó a la gente para que la atiendan médicamente en Cuba y los llevaron a un lugar para la elite. El chabón no puede no saber eso. Es mala leche y punto.
Marcos, en mi caso particular soy especialmene intolerante con las personas que se dicen de izquierdas, son millonarios y viven en estilo millonario.
ReplyDeleteMoore, además, es un mentiroso que aplica un doble standard permanente en sus críticas.
Marcos, yo no soy un funcionario, mi supuesta intolerancia, en el peor de los casos, te afecta en la medida en que elijas interactuar conmigo. Nadie te obliga a hacerlo. Parece mentira pero hay que seguir explicándolo.
ReplyDeletePor otro lado, una persona que le desea a los demás lo que en su cortesana vida desearía para sí mismo es un malnacido (por no decir un hijo de puta, que queda feo).