Viene de acá:
Vivía en Entre Ríos, en un pueblo en donde 'nunca pasaba nada'. En la Navidad del '75 fuimos a pasar las fiestas a la casa de unos parientes en Bernal, GBA. Otro mundo. Una tarde, mi bisabuela nos propuso ir a visitar a unos conocidos que vivían cerca de Monte Chingolo; tomamos un bondi, y mientras estábamos de visita, no podíamos sustraernos de unos extraños sonidos para nuestra concepción pueblerina, como tiros y explosiones y algún que otro ulular de sirenas. Mis parientes ni se mosquearon; recuerdo que nos comentaron que eso era 'cosa de todos los días'.
Terminada la tertulia, nos fuimos a la parada de colectivos; nos llamó la atención que a las 8 de la noche no había un alma en la calle, a pesar del calor y de las fechas. El intenso sonido de fondo y el súbito pánico de los vecinos que nos alertaron nos puso en su lugar; la guerrilla había copado un regimiento en M. Chingolo, como a 15 cuadras de donde estábamos, y se estaban cruzando fiero con el Ejército y la Policía.
Sin saber que hacer, de repente un patrullero (recuerdo vívidamente, era un Torino sedán hecho mierda, con una baliza enorme en el techo) nos 'cruza' en la garita; se bajan dos policías a los gritos y empuñando sendas pistolas nos preguntan que carajo estábamos haciendo ahí. Mi bisabuela y mi vieja a los gritos llorando les explican que estábamos sin saber que joraca pasaba. Uno de los policías nos tranquilizó y nos preguntó a dónde íbamos; el caso es que nos llevaron en el patrullero de vuelta a Bernal, y en el viaje uno de los canas nos reputeaba por no estar al tanto de las cosas (?); mientras que el otro les contaba a los gritos por radio a quien sabe que otro tipo del quilombo que estaba en marcha.
Me quedó grabada en la memoria la frase de uno de los canas, cuando mi vieja ingenuamente le había preguntado '¿por qué todo esto?': "Señora, estamos en guerra".
Gracias por publicarlo, Louis. Una semana después cumplía 8 años; eso sí, de vuelta ya en el apacible pueblo en donde nunca pasa nada.
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