Nov 22, 2011

Planificación Centralizada, Marxismo y Corrupción

Lo prometido. Traduje un largo fragmento de Eat The Rich, del maestro P.J. O'Rourke, describiendo en su estilo inimitable la planificación centralizada en la URSS, la inevitable corrupción asociada a la discrecionalidad, y cómo todo esto es parte esencial del genoma marxista. Los resaltados son míos.

Cualquier semejanza con los iluminados tiranuelos argentos, venezolanos y cubanos, no es ninguna coincidencia.

El absurdo del socialismo hizo pedazos la economía soviética, del mismo modo en que continúa arruinando la de Cuba. Pero una visita a Rusia es mas interesante para un economista aficionado que una visita a Cuba, porque la verdad acerca de cómo el pensamiento socialista llevó a la miseria a la URSS ahora comienza a ser contada. Incluso algunos pensadores socialistas están dispuestos a contarla. Mikhail Gorbachov, en sus Memorias, dice “Los costos de combustibles, mano de obra y materiales en bruto por unidad de producción eran entre 2 y 2.5 veces mayores que en los países desarrollados, mientras que en la agricultura eran 10 veces mayores. Nosotros producíamos mas carbón, petróleo, metales, cemento y otros materiales (excepto sintéticos) que los Estados Unidos, pero nuestro producto final era menor a la mitad del americano”.

Este producto final no era, claro está, insignificante.


La Unión Soviética era capaz de manufacturar cohetes lunares y bombas atómicas y suficientes AK-47s para convertir a todos los campesinos del tercer Mundo en miembros vitalicios de la NRA. Pero la potencia industrial soviética en su mayoría se retroalimentaba sin sentido. Los rusos solían decir: “Construíamos enormes máquinas que extraían carbón y minerales del suelo. Quemábamos el carbón y fundíamos los minerales para hacer acero, con el que construíamos enormes máquinas para extraer carbón y minerales del suelo”.

Aún cuando las fábricas soviéticas producían algo útil o necesario, la planificación centralizada lo echaba a perder. El gobierno en Moscú enviaba directivas llamadas “objetivos de producción bruta” a todas las instalaciones de manufactura. El objetivo de producción bruta le indicaba al administrador de la fábrica que cosas producir y cuanto de cada cosa. Cualquiera que haya tratado con burócratas que sólo deben responder ante otros burócratas puede imaginar lo que ocurrió a continuación.

El problema no era que los administradores de las fábricas desobedecían las órdenes. El problema era que las obedecían al pie de la letra. Si a una fábrica de zapatos se le ordenaba producir 1000 zapatos, fabricaba 1000 escarpines de bebé, porque estos eran los mas fáciles de hacer. Si se le ordenaba producir 1000 zapatos de hombre, fabricaban todos del mismo número. Si se le ordenaba producir 1000 zapatos en una variedad para hombre, mujer y niño, fabricaban 998 escarpines, un taco alto, y un mocasín. Si se le ordenaba producir 1500 kilos de zapatos, fabricaban un enorme par de zapatillas de concreto.

Los administradores no hacían esto porque eran malvados o estúpidos. Lo hacían porque sus subsistencias, sus futuros, y algunas veces sus cuellos estaban en juego. No tenían que satisfacer clientes, ni complacer a accionistas. Lo único que debían hacer era cumplir con el objetivo de producción bruta, no importa cómo.

Conseguir los materiales y la maquinaria para alcanzar los objetivos de producción bruta era difícil para los administradores de las fábricas soviéticas, así como era de difícil calzarse enormes zapatillas de concreto para los consumidores soviéticos. A las fábricas no les estaba permitido tratar directamente entre si. Todos los requerimientos debían dirigirse al Comité de Planificación Estatal (GOSPLAN) y al Comité Estatal de Aprovisionamiento Técnico y Material (GOSSNAB). Estos entes funcionaban tan aceitadamente como todo lo demás en la Unión Soviética. Así, cuando a un administrador de fábrica le ordenaban producir 1000 zapatos, él ordenaba 1000 toneladas de cuero. De esa manera, quizás obtendría al menos un par de pellejos de vaca. Y si recibía demasiado, no había problema, los escondería.

Con el tiempo se desarrolló un mercado negro de trueque entre las fábricas, donde los administradores intercambiaban cosas que nadie necesitaba para hacer cosas que nadie quería. Y así surgió una nueva clase especial de burócratas llamados “tolkachi” (facilitadores), para agilizar estos tratos. Los tolkachi eran esencialmente, personal estatal contratado para ser criminales de guante blanco. Muchos de los nuevos ricos en la Rusia de hoy fueron tolkachi y aún lo siguen siendo, ya que el gobierno ruso no se ha desenredado de la economía en absoluto.

Los miembros de la clase dirigente soviética fueron forzados a convertirse en estafadores y ladrones, y los trabajadores comunes enseguida entendieron como venía la mano. El robo en el lugar de trabajo adquirió proporciones increíbles. En 1990, la Academia de Ciencias de la URSS reportó que “las pérdidas de objetos de labor se aproximan al 70%” y que “las pérdidas durante el uso de los medios de producción [Ej. herramientas y materiales] oscila entre el 40% y el 50%”.

Será difícil, leyendo a Marx, concluir que algo de esto contradice el espíritu del marxismo. En especial, leyendo la Teoría de la Plusvalía. El valor de algo está determinado, según Marx decretó, por la labor requerida para su producción. El monto en que algo se vende, menos el monto pagado a los trabajadores que lo fabricaron, constituye el “robo capitalista” al cual todo socialista que se precie se opone firmemente. La Teoría de la Plusvalía propone que cada vez que contratas a alguien, lo estás explotando. Si le pagas a alguien para que te arregle el auto, él tiene el derecho, en virtud de ser tu mecánico, de robártelo.

La terrorífica corrupción que existe ahora en Rusia no fue causada por el colapso del marxismo-leninismo. Fue causada por Marx y Lenin.

7 comments:

  1. Excelente la traducción. ¿Se puede conseguir algo de O´Rourke en español? Saludos y gracias.

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  2. Gracias.

    Yo no he visto nada traducido aquí en Argentina, lamentablemente. Quizás en España...

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  3. Está en pdf aunque sea en inglés por ahí?

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  4. Excelente Mike@, muchísimas gracias.

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  5. Realmente increíble que todavía haya pajaritos que sigan proponiendo estas cosas.

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  6. "Hay una contradicción que no entiendo: Si no hacen falta patrones, porque una persona con ideología de izquierda pide trabajo?, no sería mas lógico rechazar cualquier subordinación laboral y vivir de lo propio? Son masoquistas los de izquierda?"

    Vistó acá siendo el comentario que mas ha gustado con 14 votos.

    http://fortunaweb.com.ar/2011-11-24-72612-cierra-sus-puertas-la-principal-fabricante-de-edulcorantes-local/

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