Kim Jong Il podrá haber resultado caricaturesco por momentos, pero era reverenciado por su Pueblo.
Estamos hablando de un régimen estalinista, con fanatismo oriental, que está entre los más represivos de la historia de la humanidad. ¿Cómo merda saben que el “pueblo” lo reverenciaba?
¿Por dónde pasa la fascinación de tanta gente preparada en Occidente por el colectivismo? ¿Cuánta gente tiene que morir, ver sus vidas arruinadas para que terminen de entender?
Al final es como dice Don Friedman, la libertad política – la democracia republicana – y la libertad económica – la economía de mercado – fueron víctimas de su propio éxito. Al cabo de un tiempo, mucha gente empezó a dar por sentados sus beneficios.
Y se cargó no menos de 2 millones de personas en la hambruna que generó en 1995.
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