"Poco después de la llegada de la libertad a la vida pública surgió un tipo muy particular de obsesión anticomunista", cuanta Havel. "Como si algunas personas que durante años habían callado sintieran de repente la necesidad de compensar su anterior humillación [...] Finalmente los nuevos anticomunistas se enfurecieron más con los disidentes que con los representantes del antiguo régimen". ¿Le suena al lector esa melodía? En fin, que la tierra le sea propicia.
Václav Havel, In Memoriam por José García Domínguez
Oigan, murió Kim Jong Il!
ReplyDeleteSupongo que después de quitarnos a Vaclav, el Destino balanceó un poco las cosas.
http://www.youtube.com/watch?v=jdug6yHJB40
ReplyDeleteHoy más que nunca, so ronery.
Muy fácil: la fe del converso, u oficialistas de lo que haya de turno...
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