Jan 12, 2012

Insisto

Qué orgullo, qué logro extraordinario, quedar pegados a las satrapías de cuarta de la Venezuela de Chávez y el Ecuador de Correa por temas como el populismo y el ataque a la libertad de prensa:  

En el Sur, tan próspero, flota una sombra: la amenaza populista, ese engendro político que se configura con liderazgos mesiánicos suprainstitucionales y una articulación de masas en corporaciones o movimientos, organizada por el Estado, que soslaya la representación parlamentaria y se sustenta en el presupuesto público, que opera al servicio de la causa. Por supuesto, estos regímenes organizan conflictos, luchan contra malignas conspiraciones, se erigen en campeones de los derechos del pueblo amenazado y en su nombre cercenan libertades para combatir al mal.

BTW, leer los comentarios de los lectores de La Nación es para sentarse a llorar en algún rincón. Estamos hablando de gente de clase media para arriba, con acceso a una computadora e Internet, que se toma el trabajo de, presuntamente, leer y opinar en un diario considerado de la derecha extrema en Argentina. Prefiero pensar que se trata de activistas rentados, porque si representan a una parte importante de la opinión pública, están muertos, enterrados y comidos por los gusanitos blancos.

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