No tiene sentido llorar sobre la leche derramada, pero no deja de ser muy interesante leer las propuestas y, muy especialmente, los diagnósticos, que se hacían en las lejanas épocas de mediados de 2002 sobre el futuro del país.
Pensar todo el tiempo, miseria y sufrimiento que se hubieran ahorrado de haberlas tenido en cuenta en ese entonces.
Frasecita premonitoria, insisto, escrito a mediados de 2002:
Our recommendations are based on the assumption that most Argentines will eventually conclude that they want a market economy. They may unfortunately have to suffer much more pain experimenting unsuccessfully with other systems before they reach that conclusion.
Aún hoy, las propuestas no han perdido vigencia.
ReplyDeleteAndrés