Ojalá el flagelo se agotara en los Kirchner:
La pérdida total de autoestima y la envidia son otros síntomas de kirchneritis. El kirchneroso no confía en sus aptitudes para competir en el mercado y siempre cree tener derecho a aprovecharse del éxito del prójimo. Es por eso, que en lugar de intentar producir riqueza, prefiere unirse a La Cámpora, suerte de organización de autobeneficencia en la que se premia el hurto y el fracaso y dedicada a copar empresas expropiadas y entidades públicas con cargo a los contribuyentes.
Fidedigna descripción de ese mal endémico.
ReplyDeletePato Criollo