No hay vuelta que darle:
Los Kirchner dedicaron largos años -cual verdadero y obsesivo azote- a tratar de dividir, separar y enfrentar a los argentinos. Esto se ha hecho mediante una siembre -rigurosa y constante- de resentimientos y odios realizada desde lo más alto del poder. Sin perder oportunidad alguna para denostar, cuando no insultar, a quienes no comulgan con su particular “visión” de las cosas. Con su “discurso único”, el oficial para todos.
La palabra “reconciliación”, por lo demás, no está en su diccionario. Tampoco la palabra “respeto” y, mucho menos, la palabra “tolerancia”. Y la expresión “paz social”, les es absolutamente foránea, esto es totalmente desconocida. Les repele.
Sólo parecen creer, como otros, en la “lucha de clases”. Por esto se proclaman “transgresores”. De allí la calculada ausencia de modales. Y la total falta de cortesía. Por esto también los desplantes. Y la soberbia exasperada. Así como la quizás incomprensible actitud desafiante, siempre provocadora.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.