Viernes 21 de enero de 2005
El lector pretencioso
Canchero en inglés
Por Mex Urtizberea
Para LA NACION
Me han ofrecido comprar un departamento cuyo edificio
cuenta con rest room , health club y piscina in-out ,
en lugar de cuarto de huéspedes, gimnasio y pileta
cubierta-descubierta; que es igual, pero no es lo
mismo.
Me han invitado a un fitness center para practicar
indoor cycling , o, dicho de otro modo, pedalear un
rato en la conocida bicicleta fija, que es lo mismo,
pero hace a la diferencia.
He asistido a un party muy fashion (del que me enteré
por los fliers que se repartieron por toda la city ),
estuve en el sector de la Very Important People ,
donde había muchas celebrities y top models tomando
energy drinks y todo era cool .
Me han dicho en la office que organicemos un planning
con mucho brainstorming y que después de un break ,
coffee incluido, presentemos un breaf ; es decir, que
nos reunamos para tirar ideas y elevemos un informe.
Que es idéntico, pero así es otra cosa.
He ido de compras a un outlet de Palermo que tiene una
gran showroom ; en época de sale (50% off si se paga
cash ), para lookearme un poco, pero solamente había
en stock talles small y todo me hacía parecer una drag
queen . (Caí en la cuenta de que tengo que empezar
urgente a hacer gym .) Lo único que pude comprarme fue
un pin . Eso sí: un pin con la bandera argentina.
He pagado por un deck el doble de lo que me cobraban
por una plataforma de madera; por un playroom , mucho
más de lo que me hubiera salido una sala de juegos;
que es equivalente, pero incomparable.
Me he enterado de que el desayuno americano ya está
totalmente out , ahora lo más in es, sin dudas, el
brunch .
Pero me he lamentado, a la hora de redactar el aviso
clasificado del alquiler de mi casa, de no encontrar
una forma decente de anunciar que cuenta con un
quincho con parrilla. (¿Cómo es posible que a nadie se
le haya ocurrido todavía desargentinizar un poco tal
expresión?)
Me pregunto por qué insistimos en querer aparentar lo
que no somos. Mientras tanto, lo que podríamos ser
sigue postergándose:
¿Cuántos argentinos se estarán preparando para
aprovechar la oportunidad de trabajo genuino que
brinda el hecho de que cien millones de brasileños
deberán aprender nuestra lengua en un futuro
inmediato? ¿Dejaremos pasar esta oportunidad, más
preocupados por defender el idioma de supuestos
enemigos (los siempre señalados como culpables por
deformar el idioma: los adolescentes que reinventan la
lengua a su gusto, las clases marginales que no
respetan las reglas gramaticales) que por hacer
escuchar nuestras voces auténticas?
Algún día, si logramos dejar de cubrir nuestro
verdadero rostro con make-up y decidimos dejar de
aturdirnos con ring tones , quizá no hará más falta
disimular.
La expresión "quincho con parrilla" será atractiva,
tendrá más prestigio decir perdón que decir sorry ,
por favor que please , y podremos deshacernos de la
adicción al OK .
Entonces sí, amaremos saber inglés para leer a Edgar
Alan Poe, a Shakespeare, a Hemingway y a tantos otros
que bien escriben.
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/672786
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