De alguna manera, estamos por vivir algunos episodios que si se concretan serán históricos en Argentina. Se trata nada más ni nada menos que de la nacionalización de la empresa de agua potable de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Puede parecer un hecho menor, pero no lo es. Espero equivocarme de cabo a rabo, pero me temo que va a ser la primera de una larga serie.
Lo más llamativo es que no pasa nada. No tenemos ni idea de las consecuencias ni los costos para generaciones de argentinos que tendría una medida de esta naturaleza, pero nadie dice nada. No pasa absolutamente nada. Hasta que pase.
Luis, hace bastante tiempo que vengo diciendo que el presente gobierno nacional está apenas a la altura de hacerse caso de algún municipio perdido de la patagonia. Y nada más.
ReplyDeleteCon este asunto muestran no solo la miopía táctica sino la absoluta ceguera estratégica. Y de paso confirman lo que sospechaba, que al Néstor le interesan las cuestiones municipales (quién provee el agua, por ejemplo) en lugar de las cosas de las que debería ocuparse un presidente.
Hoy me vino a la cabeza que tras el desastre que dejó Juárez Celman, Pellegrini ocupó dos años en reencausar el crecimiento del país. Ahora ya llevamos tres años desde el default, y estamos en veremos.