Me gusta mucho el género de la ciencia ficción y del terror, tanto en libros como en películas. Me resulta interesante la premisa del fin del mundo apocalíptico, ver cómo nos lo imaginamos, cómo reaccionarían personas normales ante hechos completamente extraordinarios.
En este momento estoy leyendo Monster Island, una novela serializada que fue publicada en Internet. Parece que la idea original era que la puedan leer los usuarios de iPods, bajándosela al aparatito. Yo la bajé a mi Sony Clie, con Palm OS, otra de mis pasiones.
En este libro, la premisa es la clásica de zombis, el mundo ha sido asolado por una epidemia global que hace que los muertos vuelvan a la vida. Hasta acá, nada del otro mundo. Lo interesante de este autor es que sostiene que el tercer mundo es más eficiente que el primero para hacer frente a la crisis. La única esperanza de la humanidad, del homo sapiens sobre el "homo mortis" como los llaman, son los lugares más salvajes y atrasados del planeta. Los únicos países que tuvieron relativo éxito al hacer frente a las hordas de muertos vivientes son las diversas satrapías, como las de África y Latinoamérica, con bandas de “warlords” armados que resisten el ataque de un enemigo cada vez más numeroso.
Según el autor, los países civilizados del primer mundo, con grandes poblaciones mayormente aburguesadas y sin acceso a armamentos ni entrenamiento en una forma de vida más violenta y extrema, sucumbieron inmediatamente.
En lo personal, y como sufrido ciudadano de la improvisación, la chantada, del "lo atamos con alambre", la anomia, la anarquía casi terminal, me cuesta aceptar la premisa de que un país del tercer mundo esté mejor preparado que uno del primero para hacer frente a ningún tipo de crisis, ni siquiera una de esta naturaleza. Pero bueno, después les cuento si por lo menos resulta un buen recurso argumental.
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