Jorge Asís sobre este arte tan argentino:
La ética de la traición exhibe, otra vez, su espectacular circularidad.
Con el pretexto de no desgastarse en internas, en el 2003, y con el expreso objetivo de terminar transitoriamente con Menem, su ex segundo, Duhalde, fue el máximo responsable de trasladar, al plano nacional, las disidencias internas del justicialismo.
Entonces Duhalde supo oportunamente empomarlo a Menem.
Se legitimaron tres candidaturas.
A saber, la del empomado Menem; la del neoempomado Rodríguez Saa, que aún no entendía, y la del instrumento Kirchner.
Aquella atomización tendenciosa del peronismo permitió que se alzara con la presidencia el instrumento que perdió.
El párvulo del empomador Duhalde, que salió segundo.
Es decir, Kirchner. El próximo empomador.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.