Hoy leo este post en lo de Rubén. Le iba a dejar un comentario, pero mejor lo pongo acá como un post.
Dos sentimientos: incredulidad y dolor. Por un lado me cuesta sinceramente creer que estas cosas sigan siendo posibles en Argentina. Honestamente pensé que a pesar de volver a repetir ad eternum los errores y excesos de siempre, en el fondo algo habíamos aprendido. Aparentemente tengo razón cuando pienso que absolutamente todo es posible en el país, menos la racionalidad.
Por otro lado, duele mucho ver que aun es posible gobernar al país sin ganar ni una elección. Me gustaría saber cuántos votos sacaría Verbistky si fuera candidato a algo. Tal vez muchos menos que los que sacó Kirchner en las elecciones presidenciales.
Sin embargo, creo que este personaje nefasto y su influencia duran lo que dura este gobierno. Está condenado para siempre a tratar de influenciar el poder desde bambalinas, a no ser que acceda a algún gobierno por la vía revolucionaria o no democrática, al mejor estilo Cuba o Nicaragua sandinista.
No se olviden que el problema es que el "modelo argentino” tiene proyección internacional y eso molesta a EEUU. ¿No me van a decir que desde el punto de vista meramente intelectual no es interesantísimo tratar de entender los mecanismos mentales del tremendo mesianismo de esta gente?
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