Continuando con la exitosísima línea de política exterior de este gobierno, leo que la nueva embajadora argentina en Venezuela, la tristemente célebre Nilda Garré, sostiene que “nada indica que se está ante una nueva carrera armamentista” en ese país. Tal vez esté esperando que Chávez haga detonar su primer test nuclear, financiado con los petrodólares del barril a $60.
El gobierno continua demostrando un enorme sentido común en el manejo de las relaciones exteriores al nombrar funcionarios idóneos y de primera línea, como el piquetero enviado argentino a Bolivia para colaborar en (el agravamiento de) la crisis.
Esta frase de la flamante embajadora sólo es comparable con aquella sagaz intervención del Caganciller Bielsa cuando sostuvo que no le constaba que en Cuba se violaran los Derechos Humanos.
Desde aquí puedo escuchar las carcajadas de Chávez ante el nivel de servilismo chupaculos de la peor calaña del actual gobierno.
Señores, sit back and relax, estamos en excelentes manos.
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