Nacionalismo

Insisto con algo que vengo diciendo hace tiempo, estoy convencido de que en el fondo esto es lo que nos gusta. Preferimos fracasar haciendo lo políticamente correcto” a arriesgarnos a tener éxito haciendo lo “políticamente incorrecto”.

Para mucha gente, demasiada, en la Argentina hay una asociación directa entre el nacionalismo, el amor por la patria, la escarapela, la bandera y el himno y el matonismo, el paternalismo, el dirigismo, el populismo, la arbitrariedad, el autoritarismo, la confrontación como forma de resolver conflictos, el cercenamiento de los derechos individuales, de las libertades básicas, de todos los males característicos el tercer mundo.

Lamentablemente, me temo que esto es lo que somos. El sueño de una Argentina moderna e integrada al mundo, que sea sinónimo de respeto por la ley, defensa de las libertades individuales, de la lucha contra la arbitrariedad es sólo eso: un sueño. Bienvenidos a la realidad.

Como decía mi abuelo, sarna con gusto no pica. Somos felices así, no hay vuelta que darle. Eso de la racionalidad, de hacer las cosas con sentido común no es para nosotros. Es de cipayos vendepatria.