Hugo Martini:
Uno de los hechos más importantes de la vida política de los últimos 35 años es el mutación del peronismo hacia la democracia. La Argentina no peronista prefiere ignorar el tema o ponerlo en la imprecisa categoría de “lo que no se habla”. Es un error creer que éste cambio es sólo cosmético y es un error, también, ignorarlo. La contrafigura de esta mutación es el Presidente, quien intenta imitar el estilo agresivo del primer Perón. Es probable que ésta sea la diferencia menos visible -pero más profunda- entre el Presidente y el resto del justicialismo.
¿La batalla entre el presidente y el partido es sólo un interesado juego de cajas? Hay algo más complejo y tiene su origen en la historia del justicialismo y en la ideología cambiante de su fundador. Entre un gobierno basado en el reparto con agresión (1943-55) y el otro, sostenido en la reconciliación con escasez (1973-74). Para el imaginario popular, sólo el primer escenario expresa al peronismo.
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