¿Se acuerdan de los orgásmicos anuncios de reactivación de los astilleros para la construcción de los nuevos petroleros argentinos para la Revolución Bolivariana de hace un año?
¿Se acuerdan de los fondos de Santa Cruz desaparecidos por Kirchner?
¿Se acuerdan de los anuncios de obra pública del faraónico plan de infraestructura?
En fin, se acuerdan de tanto disparate, tanto delirio, tanto realismo mágico:
Hace un año, Kirchner anunciaba, en los desguasados astilleros navales de Río Santiago, la inmediata reactivación con la fabricación de buques cisternas para transporte de petróleo venezolano. A su lado, asentía sonriente Hugo Chávez.
Hasta el momento, en los astilleros no se ha fabricado ni una canoa, y los que iban a ser sus obreros (llevados al lugar para aplaudir a Kirchner) realizan protestas y reclamos “porque el Presidente mintió”.
Hace dos años, Kirchner descabezaba la conducción de las Fuerzas Armadas, y ponía al frente del Ejército a un hombre de su confianza: Roberto Bendini. Hoy Bendini se halla involucrado en una causa judicial por corrupción en Santa Cruz, de cuyos avances nada se sabe.
En una reunión cumbre de jefes de Estado, Kirchner afirmó que sabiamente había sacado del país los fondos de su provincia y los depositó en la Reserva Federal de los EEUU, salvándolos de esa manera de la debacle bancaria que sufrió la Argentina. Ahora bien, los fondos fueron sacados en 1994, en plena estabilidad, y la Reserva Federal norteamericana desmintió lo dicho por Kirchner.
Luego, se habló de bancos de las Islas Caimán, y de Bancos Suizos. No hace mucho, Kirchner dijo que esos fondos volvían al país, sin que nada haya ocurrido. Se calcula que la suma asciende a 1.200 millones de dólares.
El ministro de planificación e infraestructura, Julio De Vido, a quien Elisa Carrió públicamente califica de “cajero de Kirchner”, anunció hace dos años un amplio plan de obra pública. Nada de esto ocurrió, y al finalizar el año 2004 las partidas presupuestarias asignadas para el imaginario plan, fueron destinadas a Rentas Generales por no haberse usado.
Ojalá los votantes se acuerden el día del "plebiscito"!
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