Sistema Prebendario

Lentamente, estamos volviendo al viejo sistema prebendario corporativista del peronismo original. Se trata del sistema que en mayor o menor medida rigió en la Argentina hasta fines de los 80 y al cual volvimos en su versión más plena después del golpe de fines del 01.

Este sistema no se basa en las instituciones republicanas, como el Congreso o la justicia, sino en las grandes corporaciones de trabajadores, empresarios, profesionales, etc. No responde al interés general, sino a cada interés particular de cada corporación.

La historia es muy conocida en la Argentina, la intentamos muchas veces en el pasado. En el corto plazo puede haber amplios sectores muy beneficiados con la nueva distribución de la torta nacional, pero como no hay generación de riqueza, la torta es cada vez más chica. Por consiguiente, todo se reduce a tratar de conseguir la porción más grande. En algún momento, cuando se reduzca la caja, las tensiones por la distribución del ingreso van a subir de tono y pueden terminar muy mal.

Estos sistemas se basan en el poder del mandamás de turno. Cuando el poder de este personaje se diluye, la caída es casi inmediata, ya que no hay andamiaje institucional que sostenga toda la estructura corporativista. Sólo basta recordar la Italia fascista de Mussolini o la Argentina de Perón.

Al no existir otra lealtad que no sea a la caja, al poder del líder, cuando llegan, los finales suelen darse en muy poco tiempo. Sin una estructura institucional sólida, no son comunes las salidas institucionales. Nos empezaremos a preguntar quién votó a Kirchner y nadie, ni el Congreso, ni la Suprema Corte, ni los gobernadores, ni la oposición, moverá un dedo por salvar al gobierno.