Link a un artículo muy interesante en Instapundit. El autor sostiene que paradójicamente el mundo era un lugar más seguro durante la Guerra Fría. Que la propia locura de la destrucción mutua asegurada nos hacia jugar al todo o nada, y que podíamos contar con la racionalidad del adversario (los soviéticos).
Según el autor, al no haber jugadores claramente demarcados en la actualidad, los imprevistos se multiplican. Cualquiera puede hacer detonar un artefacto nuclear y radicalizar a las fuerzas moderadas de las democracias occidentales. Debemos estar preparados para cuando termine la Sitzkrieg, el período de guerra declarada pero sin enfrentamientos en masa.
En lo personal, creo que al estar tan disperso el enemigo, una de las características del terrorismo, el riesgo de un ataque es mayor. Pero, como dice el autor, estos ataques no significan el fin de todo lo que conocemos. Hay más posibilidades de un ataque, pero ha disminuido su magnitud.
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