Más de Roberto Cachanosky sobre el modelito de desarrollo argentino de exportación:
Para demostrar que él es el futuro tiene que enviar claras señales de estar dispuesto a dejar de lado las políticas del pasado. Sin embargo, su estrategia económica es una copia del fracasado modelo de sustitución de importaciones y populismo redistribucionista. Kirchner piensa en la riqueza como algo que ya está dado y considera que sólo hace falta que un gobernante bondadoso la redistribuya justamente, como si se tratara de frutos maduros que caen solos de los árboles y sólo hace falta recogerlos y repartirlos. ¿Para qué crear condiciones de inversiones competitivas si la riqueza está ahí? Y, ellos, los elegidos por Dios como los representantes del bien en la Tierra, son los que tienen el mandato divino de repartir esa abundancia de que disfruta la Argentina gracias a la bendición divina. Porque ellos son los buenos y los honestos, todos los demás son mafiosos, angurrientos y corruptos. Esta línea de argumentación no es nueva. Es puro pasado.
También ellos se consideran asistidos por el Espíritu Santo al momento de decidir cuáles son los sectores ganadores y cuáles los perdedores en la economía. Los iluminados de siempre pretenden decirnos si hay que producir trigo, soja, un trasbordador espacial o acero.
Los resultados de tanto iluminismo están a la vista. Jabones que cuestan cada vez más caros y son cada vez más chicos; ropa que destiñe al primer lavado, tiene costuras pegadas con saliva y cuesta una fortuna; alimentos que vienen en envases cada vez más chicos porque la gente no tiene plata para comprar y a precios cada vez más altos; papel higiénico que no tiene 74 metros y lamparitas para la luz que se queman con una facilidad impresionante. Precios en alza y calidad en baja es el resultado del modelo productivo en marcha.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.