Oct 22, 2005

Como chancho en el chiquero

Ver lo que está pasando en Argentina es sinceramente desolador. Se me parte el alma. Una mezcla de bronca y profundo dolor por el desperdicio, por los que se quedaron, por tanta gente de bien, decente y por sobre todo normal, que tienen que sufrir esta permanente sucesión de locuras, de delirios, prácticamente condenados a la pobreza por generaciones.

En lo personal, me resultaría mucho más fácil de entender y digerir que se trata de un gobierno que se volvió loco de golpe. Un grupo de ladrones de gallinas, saqueadores de cementerios, que se hicieron del poder y aprovechan la volada para hacerse una diferencia. Este escenario no es consuelo, pero por lo menos me haría sentir mejor.

Pero me temo que lo que está pasando en Argentina es mucho más grave. A todo lo anterior hay que sumarle el entusiasmo de la opinión pública. Más allá de las encuestas compradas y de los medios controlados por el estado, creo que no podemos negar que hay amplios sectores que se sienten representados como nunca por la Argentina post golpe de 2001.

En el caso de la enorme masa de millones de pobres e indigentes que dependen del clientelismo político para sobrevivir mes a mes tal vez sea más comprensible. Después de todo se trata de llenar el estomago, y todos sabemos que un estomago vacío no es el mejor consejero para emitir el voto.

Pero no me refiero a eso. Estoy hablando de la clase media urbana, principal sostén en su momento del gobierno de la Alianza y ahora de este, la reedición del modelo populista clásico latinoamericano. En este caso, el apoyo es mucho más difícil de entender. Es la misma clase media que se da de sofisticada e intelectual y que votó dos veces a un personaje nefasto como Ibarra como intendente del distrito de mayor ingreso del país.

En el medio de records absolutos de pobreza e indigencia, mortalidad infantil, caída del salario real, empeoramiento de la distribución de los ingresos, caída en el numero de días de clase, inflación, desempleo, destrucción de los servicios públicos, con una producción industrial que todavía no alcanzó los niveles de hace 7 años, amenazas permanentes a la libertad de prensa, persecución a la oposición, fomento de un clima de odio y revanchismo generalizado, aislamiento internacional, el entusiasta apoyo de la clase media urbana es honestamente muy difícil de explicar.

Me temo que no se trata de un gobierno de ocupación que se dedica a esquilmar a una población sometida por la fuerza. Este gobierno es representativo de una gran mayoría de argentinos.

Creo que es necesario aceptar de una vez por todas que esto es lo que queremos como sociedad. Aunque parezca mentira, a nuestra manera somos felices así. Esto es lo que nos gusta, lo que nos moviliza, lo que nos hace vibrar. Somos así. Creo que como los chanchos, sólo somos felices revolcándonos en la mierda.

3 comments:

  1. No estas solo en tus sentimientos Luis. Yo muchas veces me tengo que frenar a mi mismo y decirme "para loco, que hay muchos que si comprenden y defienden los valores republicanos."

    Mi admiracion va para todos los que viviendo en Argentina creen en esos valores, de los cuales, gracias a los blogs, conocemos aunque sea virtualmente, unos cuanto.

    No se si yo mismo tendria tanta fuerza.

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  2. Comparto lo que decis Luis. Estos gobiernos no son casualidades. Son la consecuencia de lo que somos.
    Me pliego al reconocimiento de Victor hacia todos los que aun tienes ganas de pelear desde Argentina para hacer posible un pais diferente. Aunque son muy pocos, como las elecciones de mañana, lamentablemente, van a demostrar.
    Le deseo al Frente para la Victoria la peor de las suertes en las elecciones del 23/10.

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  3. me encuentro en la misma situación anímica: reveldía, tristeza, rabia, compasión, admiración... Pero al mismo tiempo (y no me entiendan mal... ) una mezcla de alivio y tristeza y culpa por sentir alivio... se entiende?? o es una complicación femenina???
    Pablo volvió... Cecilia Pando se presenta de candidata... mis hermanos y amigos siguen invirtiendo sus capacidades, sus bienes y sus ilusiones en el país!!!! Admiración, esperanza, compasión, simpatía, duda, miedo...
    Eso es lo que siento al seguir los derroteros de los últimos días...

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