Inversiones

Insisto, esta gente sinceramente no entiende cómo se mueve el mundo. Ni les suena. Después de la implantación de esta nueva versión del modelito de sustitución de importaciones, el discurso oficial era alternativamente que el nivel de inversiones de la economía iba a ser alto o que era irrelevante para el crecimiento.

Ahora, que otra vez nos estamos dando de lleno contra la pared de la realidad y nos estamos comiendo el capital, la reacción oficial es todo lo contrario a lo que debería ser para lograr que alguien invierta en el país. Lejos de promover la institucionalidad, la racionalidad y la ortodoxia económica, el consenso es que las decisiones de inversión las determina el estado. El ministro Lasaña, considerado la única reserva de racionalidad en este gobierno, les pide a las provincias que “activen la inversión”. Tal vez los gobernadores y sus amigos van a hacer una vaquita y poner un negocito.

Aparentemente todavía no les queda claro del todo ciertas cuestiones elementales de la vida.