Pablo me manda esto por mail. La verdad es que me impresiona mucho. Me da la sensación de estar viviendo la versión extramuros de las locuras hormonales del centro de estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de mis épocas de estudiante.
En esa época y en ese ámbito, a pesar de ser irritante y desalentador, no me preocupaba demasiado porque la cosa mayoritariamente no salía del ámbito de delirio sin contacto con la realidad en que se vive en la gran mayoría de las universidades públicas argentinas.
Pero a partir del golpe de 2001 y, sobre todo a partir del gobierno de Kirchner, siento que toda esa locura, todo ese desenfreno irresponsable, esa enorme vocación por vivir para siempre en el equivalente ideológico de Disneylandia, ha trascendido por fin el ambiente relativamente recluido de las universidades y se ha convertido en la "política de estado" en el país.
La sensación que me queda es que, más allá de las ideologías, la Argentina está gobernada por una especie de centro de estudiantes de Filosofía y Letras en esteroides. Las instituciones del país, y creo que gran parte de la sociedad, funcionan como un centro de estudiantes, con comportamientos y expectativas de centro de estudiantes.
Es como si el presidente del centro de estudiantes de mi facultad de esa época, el petiso de casi 30 pirulos, que hacia 7 años que cursaba materias de primer año de Filosofía, pregonaba el no pago de la deuda externa y organizaba pintadas a favor de la creación de los Estados Unidos Socialistas Latinoamericanos, de pronto hubiera sido teletransportado a la Casa Rosada y puesto a cargo de la presidencia de la Nación.
RECETAS SOCIALISTAS - MÉDICOS IMPORTADOS
"Quizás esa fue la primera vez que tuve planteado prácticamente ante mi, el dilema de mi dedicación a la medicina, o a mi deber de soldado revolucionario. Tenía delante una mochila llena de medicamentos y una caja de balas. Las dos, eran mucho peso para transportarlas juntas, tomé la caja de balas" (Ernesto "che" Guevara)
Si yo hiciera aquí una crónica fría y desapasionada sobre los hechos de los que fui testigo el pasado martes 11 de octubre, entonces, sería cómplice de las fuerzas ideológicas de Fidel Castro y del inefable Hugo Chávez, que no pierden oportunidad para hacer propaganda de sus sueños dictatoriales.
Aclaro: Otro tiente tendría esta crónica, si sólo hubiera visto yo un acto académico. Pero ¿es posible hacer un crónica fría y desapasionada, cuando uno asiste a un acto, supuestamente académico, donde los recién egresados, médicos y licenciados en educación física y deportes, saludan con la V de la victoria a las imágenes del "comandante che Guevara" quién, fusil en mano, sonríe desde una pantalla gigante?, ¿Es posible no escandalizarse al ver a un puñado de profesionales argentinos, cantar con furor y puño en alto, el breve himno cubano?...Ocurrió la tarde del martes que refiero, en el aula magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Sobre la calle Paraguay, un cortejo de autos imponentes, y morruda custodia morena de civil, anunciaban la presencia de funcionarios quisquillosos por su seguridad, pero celosos del confort automotriz del "capitalismo salvaje".
El aula enorme, estaba a medio llenar. Buena noticia. ¿Caras conocidas? Muy pocas, el Nóbel de la paz don Pérez Esquivel, el embajador bolivariano venezolano, el encargado de negocios de la embajada de Cuba, el ex guerrillero y asesino Héctor Tumini. La psicóloga Laura Bonaparte de Burchtein, Madre de Plaza de Mayo "línea fundadora" (una aclaración a la que ella parece darle mucha importancia), fue la oradora estrella, pues su "hijo nieto" Hugo, hijo de ex terroristas argentinos, era uno de los médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina, el último aporte de Fidel Castro Ruz a la medicina tercermundista. Muchas adhesiones por carta, como la de la diputada de Entre Ríos, Blanca Osuna, miembro activa del grupo parlamentario de legisladores solidarios con Cuba. Una pantalla enorme como telón de fondo con imágenes del Ché guerrillero. Zitarrosa desde los parlantes. Mucho cubano tristón, y unas pocas banderas de partidos de izquierda. No mucho más que eso había esa tarde en el acto que refiero.
Era el acto de bienvenida a los primeros 42 médicos argentinos recibidos en Cuba, y a los cuatro licenciados en educación física y deportes recibidos en la Escuela Internacional de Educación Física, también de Cuba, dos de ellos, María Luz y Carlos Adrián, oriundos de la vecina Gualeguaychú.
Sí, en un país donde sobran médicos, acabamos de importar 42 médicos argentinos recibidos en la primera promoción de la ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina). Y hay 500 más estudiando. La ELAM tiene 10.000 alumnos becados del tercer mundo (según los alardes de Fidel). Esta escuela de medicina cubana se fundó en 1999 y es la encargada de formar a los "futuros médicos del pueblo". "Son ellos la semilla del che, y deben devolver a nuestro pueblo la formación solidaria que recibieron en La Habana", informan sus directivos.
De ella egresan médicos preparados para curar, e instruidos y adoctrinados para combatir y resistir los modelos de salud privada de sus países de origen, adónde Fidel Castro los intima a "combatir" desde la trinchera de las zonas más humildes.
DISCURSOS
Los discursos del acto fueron extensos, tediosos y propagandísticos. El más extenso fue el del embajador de la República bolivariana de Venezuela, ex ministro de salud del gobierno de Chávez, quien se declaró "médico y revolucionario, a mucha honra", y se entusiasmó con la idea revolucionaria de formar médicos socialistas para acabar con el pensamiento burgués imperante en el sistema de salud capitalista. El más tedioso fue el discurso de Fidel. En una hora de película mal filmada, se proyectó el discurso que diera en el acto de colación de la primera promoción de la ELAM, en Agosto último, en el teatro Karl Marx de La Habana. Un discurso decadente, por momentos imposible de entender, y dicho por una persona muy desmejorada físicamente, donde exhortaba a los médicos a volver a sus países a combatir el capitalismo, y generar conciencia social de clase. La representante de los docentes de la Facultad de Medicina, fue la encargada oficial de darles la bienvenida a los recientes profesionales. Les aseguró que "muy pronto podrían homologar sus títulos, pues los trámites y las tratativas políticas estaban en muy buen camino", y alertó a los recientes profesionales sobre la situación peligrosamente capitalista que encontrarán en Argentina, "tan distinta a la hermosa Isla de la utopía y la libertad" (con ese eufemismo, torpe y falaz, se refería a Cuba).
El representante de los alumnos de la UBA, ensalzó la figura del Che Guevara, e instó a los noveles profesionales a ir a los lugares más pobres del país y "a no caer en las garras de la medicina privada, donde el perverso capitalismo salvaje olvida lo humano".
El representante de los familiares de los alumnos argentinos en Cuba, fantaseó con los alcances del plan estratégico, que Chávez y Castro han comenzado a conformar. "La revolución bolivariana y la revolución cubana, unidas en la ética de la solidaridad, formando 200.000 médicos en los próximos 10 años. Un verdadero ejército de la vida, capaz de derrotar con el tiempo, al ejército capitalista de la muerte", y aseguró que, ni bien consigan revalidar sus títulos en Argentina, una enorme cantidad de funcionarios y legisladores ya se han comprometido a darles trabajo en el Estado.
Los dos alumnos encargados de hablar en público, dejaron en claro que son argentinos pero que Fidel Castro es su comandante en jefe, y el ché su guía espiritual. Y aseguraron que han vuelto a la Argentina para crear conciencia social desde las clases más bajas de la sociedad, y para luchar por una patria más justa." En los barrios más pobres nos van a encontrar haciendo renacer la patria, y decididos a luchar por una patria socialista".
ENCRUCIJADA
A decir verdad, aunque lo idolatren, los jóvenes profesionales que vi esa tarde, parecían lejos de la violencia demencial del mítico guerrillero argentino. Por suerte.
El "che" eligió las balas. Éstos, han elegido la medicina. Pero son médicos adoctrinados por el régimen totalitario de la dictadura cubana, y eso, se les nota. Ellos se autoproclaman punta de lanza de una nueva manera de hacer la revolución. Sí, han elegido la medicina y no las balas, pero no pueden negar que han sido formados en una tiranía dictatorial. Y menos, pueden ignorar que están reivindicando asesinos y tiranos que sostienen un régimen mesiánico a costa del hambre y de la libertad del pueblo cubano. Un régimen que, desde enero de 1959, ha sido denunciado por: 5.634 fusilamientos, 1.178 asesinatos extrajudiciales, 1.190 muertes en prisión, y 197 desaparecidos.
Entre las víctimas documentadas se encuentran 93 niños, de los cuales, 22 fueron ejecutados, 31 víctimas de asesinatos extrajudiciales y 24 asesinados mientras trataban de huir del país. Un régimen denunciado también por 217 casos documentados de asesinatos de mujeres, 11 de ellas ejecutadas, 20 asesinadas extrajudicialmente, 13 desaparecidas y 17 muertas en prisión.
Si estos profesionales que ha importado la Argentina, pretenden ignorar, esconder o justificar estos crímenes de lesa humanidad, ensalzando un régimen totalitario que mata, o reivindicando la barbarie asesina del Ché Guevara para sostener sus ideales, entonces, habrán cometido su mismo error.
Habrán optado, a su modo, por las balas. Aunque vistan guardapolvos blancos. Aunque nunca hayan visto un arma.
Horacio Ricardo Palma
Señores, me dan ganas de llorar... ya ni siquiera me da para indignarme... me da pavor!!!!!
ReplyDeleteDios los asista....
Esto te va a hacer llorar aun mas jacinta
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