Los Trenes de la Victoria

Muy buen post de Rubén Blogbis sobre lo que posiblemente sea una de las más perdurables taras argentinas. Para mucha gente entre nosotros todavía, en gran medida, el nivel de desarrollo y la soberanía pasa por los trenes. No importa si transportan o no carga o pasajeros, si la red sirve o no, lo importante es que en papel sumen kilómetros de tendido de vías.

Es muy parecido a lo que nos pasa con la industria automotriz. Tal vez sea una rémora de las épocas del desarrollismo industrial de la CEPAL, pero para mucha gente el desarrollo pasa por la industria, y sobre todo por la automotriz. De nada sirve dar miles y miles de estadísticas y hacer comparaciones, la posta es fabricar autos.

Insisto, somos unos vivos bárbaros. Cuando se entregaron en concesión los servicios de trenes urbanos de BA y los ramales interurbanos en los 90, se rechazaba la propuesta de compra de material rodante. La idea era que aunque sea más barato y conveniente técnicamente comprar material usado o nuevo, de tecnología más moderna, era mejor volver a armar en el país los mismos modelos obsoletos de los 50.

Por supuesto, como ahora se trata de un gobierno Nacional, Popular y Progresista, que sólo tiene el bienestar del “pueblo argentino” en mente, se vende como un éxito fenomenal la compra de material obsoleto de España. Para colmo, muy probablemente toda la gran festichola de poner en condiciones de uso el material nos salga más cara que la compra del mismo material nuevo o usado en condiciones de uso inmediato.

Actualización:
Es comprensible que mucha gente se queje del servicio de trenes y subte en Buenos Aires. Lo que es más difícil de entender para mucha gente es que el nivel de servicios está directamente relacionado con las tarifas que se cobran. Los costos de operación no varían demasiado en todo el mundo. Más allá de las diferencias en salarios, el material y demás insumos son básicamente commodities internacionales. Es sencillamente imposible tener un servicio de trenes como en el primer mundo con precios de los pasajes del tercero. Pasa exactamente lo mismo con los colectivos.

No sé cuanto será el precio en la actualidad, pero cuando estábamos mal, en los 90, un pasaje en un tren urbano de Buenos Aires costaba menos de un dólar. En la actualidad estoy seguro que no debe llegar a 30 centavos de esa moneda.

Como comparación, un pasaje en el subte de Montreal cuesta $2.50 CAD, unos $2.30 US. Es más barato comprar el abono mensual, que cuesta menos de $100 CAD. De más está decir que si bien la red de Montreal es mucho más grande que la de Buenos Aires, los trenes no son mucho más modernos. Son de la década del 70, equivalentes a los japoneses que corren en la línea D, sin aire acondicionado, con el mismo sistema de ventiladores en el techo.

Un pasaje en colectivo en esta ciudad cuesta $2.75 CAD, el abono mensual cuesta un poco menos de $100 CAD.