No me van a decir que no es sencillamente maravillosa la dinámica del actual gobierno argentino en materia de relaciones exteriores.
La cosa funciona más o menos así: casi siempre por algún exabrupto del presidente, el país se manda una garcada de aquellas; esta garcada genera un altercado diplomático; el presidente y sus secuaces se despachan a gusto internamente en el país; al mismo tiempo, entre bambalinas, empiezan las tratativas diplomáticas para tratar de salir del brete; después de las explicaciones del caso, anuncio rimbombante de que se superó el "entredicho".
Bottomline: la posición internacional del país rara vez vuelve a ser la de antes del altercado. ¿Alguien me puede explicar dónde está la picardía de todo esto?
Como dice De Pablo, un vivo es una persona capaz de salir de situaciones en las que una persona inteligente nunca hubiera caído. Creo que en algún momento vamos a tener que empezar a actuar con más inteligencia.
Carlos Mira dice
ReplyDeleteMuy buen articulo el de Mira.
ReplyDeleteYo agregaria que no solo no interesa ser previsor, sino que es hasta mal visto. El tipo que lleva una vida ordenada (o pais), es "aburrido".
Creo que definitivamente la Argentina es como el pibe piola de la secundaria que termina laburando en una verduleria. Mientras tanto el boludo pone un supermercado.
En fin... hay pa'todo
Yo Claudio, Creo que tu comparación es muy feliz, es así tal cual.
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