Jacinta me manda un artículo muy interesante sobre Cuba, la maravillosa Isla de la Fantasía de Fidel y de la progresía internacional. No dice nada que no se sepa sobre el gigantesco gulag tropical, pero creo que vale la pena.
Todos estos fantásticos proyectos de ingeniería social, de revolución permanente, del colectivismo del “hombre nuevo”, terminan igual y producen los mismos resultados, casi calcados. Me quedo con esta parte, exactamente la misma situación de la Argentina pordiosera post golpe 2001. Sólo hace falta cambiar “cubano” por argentino o venezolano, y listo:
Nunca había sentido tanta angustia por un país en tan poco tiempo. Pero esa apatía, ese dejar escurrir la vida entre los dedos (¿no era aquí donde si que sabían disfrutar?), esa mutilación de las aspiraciones personales… el pueblo cubano se levanta cada día pensando cómo va a llegar al siguiente. Sin ningún proyecto a medio o largo plazo.
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