Enviado por Pablo:
De Oficial Segundo Montonero a Teniente de Fragata de la Armada Argentina
A principios del mes pasado, varios blogs informaron sobre el acto realizado en Casa de Gobierno, donde el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas –K, por si no lo sabían- otorgó el grado de Teniente de Fragata retiro efectivo –esto es: derecho al uso de uniforme y honores- a un ex guardiamarina que fue dado de baja durante el gobierno de Perón, por sublevarse y matar a un centinela.
Este personaje además, recibió el pago retroactivo de 33 años, que por supuesto todos los argentinos contribuimos con nuestros impuestos.
Su ascenso meteórico de Oficial Segundo Montonero a Teniente de Fragata de la Armada Argentina es comparable a López Rega, que pasó de Cabo a Comisario General de la policía.
En La Nación del día 28 de noviembre apareció este recordatorio "JUAN LEONARDO CONTRERAS, cabo principal furriel (post mortem) de la ARMADA ARGENTINA. Falleció el 17 de noviembre de 1972. EL Foro de almirantes retirados expresa su más sentido pésame a la memoria de quien cumplió sus consignas de servicio y cayó bajo traidoras balas asesinas en cumplimiento de su deber; hace llegar a la atribulada familia del CABO CONTRERAS, quien se ve obligada a revivir dolores del pasado en total orfandad e incomprensión, su más cálida solidaridad. LIDIA Y MILAGROS BEATRIZ, estamos con ustedes".
La Nueva Provincia de Bahía Blanca publicó una editorial titulada “Desvergüenza”.
Hoy recibí el discurso que pronunció este oficial Montonero. Allí reconoce su militancia Montonera; agradece a K y a los Jefes de las Fuerzas Armadas y nos da “la” visión de la historia que él quiere. Desde ya que no se menciona al cabo asesinado ni a su familia. Su lectura me exime de cualquier tipo de comentarios
Señor Presidente de la Nación; Señor Vicepresidente; Autoridades Provinciales; Nacionales; Compañeros:
La verdad es que parece increíble.
Quiero agradecer de todo corazón, y en nombre de los militares patriotas que han existido en este país – y que aún existen- y de todos los compañeros militantes al Señor Presidente por este acto, por este coraje.
Para reconstruir una nación se empieza a partir de los valores morales, de los valores éticos, pero sobre todo, también de la memoria, de la justicia, de la verdad, del castigo a los culpables, de plantear las cosas como son.
Creo que esta tarea que le ha correspondido en estos años al Sr. Presidente no ha sido fácil, de ahí la admiración de todos nosotros por su valentía y su coraje (aplausos).
También recordar en este día: un 17 de noviembre, hace ya 33 años, en que como oficiales jóvenes, junto con suboficiales y soldados, producimos un hecho que –en su esencia- significó demostrarle al pueblo argentino que en las fuerzas armadas había militares que nos sentíamos intérpretes de sus intereses, que queríamos funcionar con ellos, que planteábamos el respeto a la soberanía popular y por eso nos sublevamos.
Tampoco quisimos ser cómplices de una dictadura militar, de una política que ya se venía implementando, que después se conoció como la -doctrina de seguridad nacional; cuando, en los últimos años nos entrenaban en la tortura a través de películas como La batalla de Argelia.
Que también, lamentablemente, capellanes militares daban el sustento a esos jóvenes oficiales para llevarlos a lo que después fue el holocausto mayor en la Argentina.
En ese 17 de noviembre de 1972, también hacía 15 días en que a nosotros, destinados en la Escuela de Mecánica de la Armada, se empezaba a implementar lo que después se conocieron tristemente como los equipos de tareas para secuestrar a militantes populares.
Nuestra sublevación en nuestra Compañía de Infantería de Marina –quizás la flor y nata de la Armada fue la que se sublevó - porque no aceptábamos cumplir ese rol y reprimir a nuestro pueblo.
Ese 17 de noviembre salimos a recibir al General Perón, que era lo que el pueblo… (aplausos) que era lo que en aquélla coyuntura histórica el pueblo anhelaba y después de 18 años de resistencia y del Luche y Vuelve se hizo realidad.
Nos sentimos parte de esa generación, de esa Juventud maravillosa que la formaban estudiantes, compañeros de las villas, trabajadores, jóvenes de uniforme como nosotros, sacerdotes como el obispo Angelelli, el compañero Mugica, el compañero Adur…
Fuimos parte de esa generación que pusimos todo, quizás habremos cometido algunos errores, pero estuvimos y estamos llenos de ideales de seguir adelante en la construcción de una Argentina para todos y entre todos.
Luego de esa sublevación nosotros fuimos detenidos: yo en el Penal de Magdalena, otros 15 oficiales en la Escuela de Mecánica de la Armada y alrededor de 40 suboficiales y soldados en el Penal Naval.
Luego de la Amnistía del Presidente Cámpora fuimos liberados.
No perdimos nuestra condición de militares y nos mantuvimos en situación de disponibilidad. Pero fue el día de la muerte del General Perón que se nos dio la baja obligatoria.
Quiero resaltar, después de 33 años, que nosotros nos sentíamos como militares herederos de los orígenes de las fuerzas armadas: lo que fue el Regimiento de Patricios en la época de las Invasiones Inglesas, lo que fueron las Guerras de la Independencia, el Ejército Sanmartiniano y los principios sanmartinianos, lo que esgrimió nuestro Almirante Brown. Y también del Ejército de la Confederación cuando enfrentó a los anglo-franceses en la Vuelta de Obligado.
Después aquellos militares industrialistas como el General Savio, el General Mosconi, el General Perón (aplausos) y también el General Valle, que tengo entendido que fue Ingeniero Militar y Director de Altos Hornos de Zapla.
Lamentablemente tuvimos golpes militares en que las fuerzas armadas fueron instrumentadas por grupos económicos, a los cuales nosotros como militantes identificamos como la Oligarquía.
Después de 18 años, entonces el 17 de noviembre de 1972 hicimos posible el regreso del General, pero lamentablemente siguió la confrontación de estos dos proyectos.
Llegó 1976 con la dictadura más atroz que conoció nuestra historia; muchos oficiales (yo los conocía y no podía creerlo) quise entenderlo: cómo podían reprimir, masacrar a su propio pueblo y vender los recursos de este país.
Me costaba entenderlo, muchos con los que jugaba al rugby, muchos con los que compartía momentos; pero también sabía cómo presionaba esa Cúpula militar y cómo los obligaba a llevar adelante todas esa tareas.
Después de varios años, recuperamos la Democracia. No sin antes, reivindicar también, en la resistencia, a varios oficiales como el Guardiamarina Galli, actualmente desaparecido (aplausos) en la Escuela de Mecánica de la Armada junto con su familia; el cabo segundo Juan Domingo Tejerina, el teniente de navío Juan Carlos Lebrón asesinado en Tucumán, el teniente Devoto que fue a reclamar por su suegro, a todos aquellos militares.
Pero también hoy 17 de noviembre tengo que hablar como militante Peronista y Montonero (aplausos).
Hoy vengo, a la mañana, de La Plata, que tuve que prestar declaración por lo que fue el Pabellón de la Muerte en La Plata, donde a muchos compañeros en 1977 nos sacaron para ser fusilados.
Entre ellos hay un gran compañero, al que siempre he admirado: era el compañero Dardo Cabo (aplausos) que tomó Las Malvinas, plantó la bandera argentina y también fue condenado y estuvo preso por una dictadura militar; la del Gral. Onganía.
También a otros compañeros como Georgades, como Rufino Pirlis; como otro compañero que fusilaron en mi lugar: yo estuve desaparecido y gracias a la actitud de mi madre que tocó todo, por relaciones familiares yo pude sobrevivir. Pero a este compañero Rapaport lo fusilaron y torturaron en mi lugar (aplausos).
También tuvimos Malvinas, una gran causa nacional, en la cual también quiero reivindicar a muchos oficiales, suboficiales y soldados por su valor.
Muchos que pelearon, que yo conocía del Batallón de Infantería 5 de Marina, aviadores navales que conocí en la Escuela Naval.
Esa guerra, lamentablemente, por esa cúpula militar, estaba de antemano perdida; porque unas fuerzas armadas, una cúpula que no defiende a su pueblo, que no siente amor por su pueblo, que vende sus recursos, jamás puede defender el Interés Nacional (aplausos).
Y quiero decir que recuperamos la democracia, una democracia con sus avances y sus flaquezas, pero una democracia que sirve en el marco de consolidar lo que es la vigencia de la Constitución Nacional. Y una democracia que también se plantó.
Los primeros pasos con el gobierno del Dr. Alfonsín para empezar a enjuiciar y avanzar en el Nunca Más, también en esa política que se empezó a implementar a fines del 75 y sobre todo a partir del Golpe Militar, que tuvo principales responsables que fueron estos representantes de los grupos económicos.
Su mayor expresión fue el Dr. Martínez de Hoz, que hoy todavía tiene que rendir cuentas a la Nación.
Esto nos llevó, como conclusión, a lo que fue la crisis del 2001 en que estuvimos a punto de desintegrarnos como Nación. Por suerte en el marco institucional, como producto de esta crisis advino un nuevo gobierno presidido por el Compañero Presidente Kirchner (aplausos).
Hoy vuelvo a lucir el uniforme, aunque sea en situación de Retiro, y estoy muy orgulloso de pertenecer a esta Institución.
Debo rescatar, también, al Almirante Godoy por la autocrítica, por conducir bajo las órdenes del Comandante en Jefe el Presidente Kirchner. A la Armada, como al Gral. Bendini en el Ejército y al Brigadier que está al frente de la Fuerza Aérea.
También quiero rescatar aquellos oficiales que fueron separados y dados de baja en la década de los 80, conocidos como los 33 orientales (aplausos) y que después fueron reconocidos por el Congreso de la Nación, entre quienes hay oficiales de la calidad del Capitán Tibileti y de mi hermano el Capitán Ernesto Urien.
Y por último quiero agradecer esto, que esto no me corresponde a mi sólo, sino a todos aquellos compañeros militantes que continuamos enarbolando los mismos ideales, los mismos principios, en el marco de la democracia, de la Constitución, apoyando a este Presidente, a esta Fuerzas armadas que, en el marco de un Proyecto Nacional que hoy nos llega también al nivel de la Patria Grande, bueno que asumamos esta responsabilidad.
Entonces, Señor Presidente, como integrante de las fuerzas armadas y como militante mi agradecimiento...
Y que sigamos avanzando en una Argentina para todos, entre todos, sin excluidos.
Juntos, las fuerzas armadas, con su pueblo.
Muchas gracias
Julio Cesar Urien
Sorry Pablo, tener que soportar esto y conservar la calma es algo digno de titanes... mi mayor admiración por no estallar de indignación!
ReplyDeletealgo dije en su momento
ReplyDeleteAsí es Rubén, yo puse un comentario en tu post.
ReplyDeletePor eso, en mi post, expresé que ya se había tocado el tema.
Había leído el discurso de K, pero me faltaba el del ascendido.
La editorial de La Nueva Provincia fue el disparador para retomar el tema.
Jacinta, ¡estoy indignado! Tengo muchos amigos en la Marina y ellos también lo están.
Pablo
Insisto con algo que vengo diciendo hace un tiempo. Se suele poner más énfasis en los retrocesos en el terreno de lo económico, con los peores indicadores sociales de la historia del país.
ReplyDeletePero creo que el daño más grande que esta gente le hace al país está en el campo de lo institucional. Sinceramente es de una bajeza tremenda, aún para los estándares en que se mueve Argentina, usar ideológicamente esa época tan trágica del país para obtener beneficio político. Creo que es un error que vamos a pagar muy caro por años el intento descarado de reabrir viejas heridas, que apenas habían comenzado a cicatrizar.