Dec 30, 2005

El error de pensar en alza eterna

Sigo insistiendo con lo mismo, perdón por la cantinela. Es MUY llamativo ver cómo supuestos expertos se entusiasman con el modelito de sustitución de importaciones mantenido con retenciones a las exportaciones de productos primarios. Es como si no se hubiera intentado durante décadas.

El error de pensar en alza eterna

Por: Agustín Etchebarne
Columnista de Ambito Financiero

Con el alza del petróleo algunos economistas vuelven a anunciar una nueva era de escasez de commodities con precios elevados. Esta tesis, sostenida entre otros por el economista Pablo Gerchunoff, considera que permitirá a la Argentina entrar en una era de crecimiento sostenido por exportaciones primarias.

La incorporación del patrón de consumo y de producción chino e indio en la economía global implica un aumento persistente de la demanda y de los precios de las materias primas, mientras deprime el precio de los bienes industrializados. Además, la política del gobierno no sería un obstáculo gracias a la frugalidad fiscal y al tipo de cambio real alto. Así, «empezaremos a parecernos a esos países en los que la economía no tiene volatilidad». Lamento no ser tan optimista. Está claro que la incorporación de China y la India son tendencias estructurales de largo plazo y que la demanda de materias primas seguirá creciendo. Pero de ahí a creer que los precios seguirán creciendo sostenidamente...

• Tendencia

Sin contar la última semana, efectivamente el petróleo tuvo una suba importante, 182% sobre el promedio de la década pasada. Pero los granos, si les restamos la inflación minorista de Estados Unidos., han caído 27%, los commodities industriales están 20% por debajo de los '90 y el ganado en pie apenas está apenas 2% por encima. La soja, que tuvo una suba empinada, cayó 46% desde sus máximos, está levemente por debajo del promedio de los '90 y, deflacionada, está 30% abajo.

De manera que los precios de nuestras exportaciones, sin tomar en cuenta la energía, no han subido. Por otra parte, dada la escasa inversión en energía es probable que en los próximos años dejemos de ser exportadores netos. Pero esto no es lo más importante. La tendencia más significativa en el mundo es la tasa exponencial de crecimiento del conocimiento.

John Mauldin llamó nuestra atención sobre Ray Kurzweil, que según Bill Gates es la persona que mejor puede predecir el futuro de la inteligencia artificial.

En su último libro, explica que se avecina la «Singularidad», en la cual nuestra inteligencia devendrá crecientemente no biológica y será billones de veces más poderosa de lo que es hoy. La tesis es simple: el conocimiento crece a tasas exponenciales y hemos llegado a un punto en que este avance se torna prodigioso. Hay 55.000 ingenieros y científicos nuevos cada año en China, otros tantos en EE.UU. y Europa, y 255.000 más en la India. Son muchos más de los que existieron en todas las épocas anteriores sumadas. Todo el conocimiento de 1.000 años se duplicó en el siglo XIX, volvió a duplicarse en las primeras décadas del siglo XX. En los primeros 14 años del siglo XXI veremos cambios equivalentes a los de todo el siglo XX y en los siguientes 7 años un nuevo salto equivalente. Hasta hace poco teníamos un descubrimiento revolucionario por década, ahora son varios: Internet, la nanotecnología, la biogenética.

• Invento

El Proyecto del Genoma Humano empezó en 1990, se creía que tardarían mil años en completarlo. Diez años después, sólo un pequeño porcentaje había sido mapeado. Tres años más tarde estaba terminado. Celera Genomics empezó con nueva tecnología y tardó apenas 2 años. Terminó al mismo tiempo que el proyecto oficial. En una década podremos obtener el análisis de nuestro genoma personal por u$s 1.000 y fabricar remedios específicos que prolongarán nuestra vida.

Kurzweil estima que las computadoras a fines de siglo serán millones de veces más inteligentes que Einstein.

En la Technical University de Dinamarca acaban de inventar una tableta capaz de almacenar hidrógeno con bajo costo y alta seguridad. Todavía falta controlar la liberación del hidrógeno, ver cómo lo quemamos y un catalizador más barato que el platino. Pero ese día, el petróleo ya no será necesario. El hidrógeno que está en el agua que cubre 7 partes de la tierra será energía barata, segura y limpia. Las empresas petroleras desaparecerán junto con las teorías que anuncian la escasez de commodities. Estamos en la era de la información y de la flexibilidad, no de las materias primas.

La demanda de soja crece, pero la oferta crecerá más rápido. Mientras tanto, la población del mundo se estabilizará dentro de tres décadas, envejecerá, será más inteligente y cambiará su patrón de consumo, ahorro e inversión. Las economías flexibles serán las que prevalecerán. Según «The Economist», Estados Unidos tiene 17 de las primeras 20 universidades del mundo, 2 son inglesas y la restante japonesa. «La ventaja del sistema de universidades americanas sobre las europeas es que las americanas no tienen sistema.»

• Contraste

La flexibilidad del sistema de EE.UU. es inmensa: 19 de las primeras 25 compañías de ese país no existían hace 4 décadas. En contraste, en Francia, ni una sola de las grandes empresas es nueva. El modelo de EE.UU. es la «destrucción creativa» del capitalismo, el único capaz de sobrevivir.

En cuanto a la caída de los precios de los bienes manufactureros, tampoco es novedad; incluso ocurría en la época en que Prebisch hablaba erróneamente del deterioro de los términos de intercambio, porque subestimaba, como ahora, el progreso tecnológico incorporado en los bienes que importábamos.

Pese a todo, coincido en que los salarios de los no educados serán bajos porque competirán con la mano de obra masiva de China y la India. Coincido también en que falta calidad en nuestro sistema educativo y que debería ser una prioridad de cualquier gobierno. Pero no soy tan optimista como para pensar que se ha acabado la volatilidad de nuestro crecimiento, no hay ni un solo indicio que lleve a pensar eso.

2 comments:

  1. Hola:
    La tecnología ha modificado la forma en que vivimos.
    Cuando yo tenía 7 años la mayoría de las personas no tenían celular, los computadores eran lentos, el Internet no existía, los exámenes de sangre eran bastante menos exactos, etc.
    Hoy en día junto con el teléfono de la casa u oficina se da el celular, el mail, el MSN o algún programa similar.
    Casi todos los trabajos se envía por correo electrónica al profesor.
    Se que pueden parecer cosas pequeñas pero nuestra vida es muy diferente hoy y la tecnología se ha vuelto una parte esencial de ella.
    Creo que fue el la revista Forbbes (norteamericana) que leí hace un par de meses que la tecnología de la células de hidrógeno (no se sí este es el nombre en español porque lo leí en inglés) para utilizar en los autos no se había masificado, entre otras cosas, por las presiones de las grandes empresas petroleras, pero que muy pronto gracias a los altos precios de la bencina iba ha comenzar a crecer su participación en el mercado.
    La tecnología nos tiene preparada muchas sorpresas así que es muy difícil poder predecir cuanto podrá afectar a los insumos.

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  2. Estoy de acuerdo en que n hay que subestimar los aportes de las nuevas tecnologías. Creo que no es posible extrapolar la situación de un momento dado de la historia y hacer predicciones apocalípticas.

    Hasta donde leí, la tecnología para el uso de hidrogeno como combustible no alcanzó todavía una ecuación adecuada en costos. Es una cuestión de mercado. Pero, es importante tener en cuenta que con la tecnología actual, se usa más petróleo para producir el hidrogeno que si se usara directamente para hacer andar vehículos.

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