El lunes son las elecciones federales en Canadá. Se elige el partido que va a formar gobierno. Si obtiene las bancas suficientes, se trata de un gobierno de mayoría. De otra manera, es un gobierno de minoría y debe hacer alguna alianza con otros partidos para formar gobierno.
El consenso generalizado es que aparentemente gana el Partido Conservador de Stephen Harper, pero se trataría de un gobierno de minoría.
Ayer veía en un noticiero un informe sobre ciertos grupos que están en contra del voto en Canadá. Así es, cuanto más prolongado es el periodo de prosperidad y estabilidad de una sociedad, más oportunidades hay para que surjan estas posturas.
Uno de los entrevistados en particular sostenía que estaba en contra de las elecciones, porque votar desmovilizaba a las personas, les permitía canalizar su bronca y demandas de una manera diferente a la acción directa.
El periodista le recordó que había millones de personas en todo el mundo dispuestas a arriesgar su vida y su propiedad con tal de lograr el privilegio de votar y le manifestó su sorpresa de que haya gente que rechace esa opción. Este personaje le contestó que no había que confundir democracia con el acto eleccionario. Desde su punto de vista, Canadá no es un ejemplo de democracia en el mundo, su modelo en particular es el "movimiento zapatista" en México. La verdad es que me sorprendió, en un momento pensé que haría referencia a la democracia directa de la Grecia antigua o a la de algunos cantones suizos. Pero no, el modelo a seguir son las trasnochadas insurgencias revolucionarias indigenistas de Latinoamérica.
Les aseguro que se trataba de un programa de noticias muy serio, no se un sketch de la Royal Canadian Air Farce, el equivalente canadiense de Tinelli.
Insisto, este tipo de posturas nihilistas son un lujo que sólo se pueden dar las sociedades que nunca realmente pasaron hambre, ni vivieron el horror de la tiranía o, lo que es peor, la anarquía.
Hola:
ReplyDeleteParece que hay personas que tienen mucho tiempo libre y pocas cosas interesantes que hacer.
Lo que pasa es que la izquierda entiende como democracia el gobierno de su propio partido. Cualquier otra cosa es producto del lavado de cerebro llevado adelante por el complejo industrial/militar/petrolero.
ReplyDelete