Sigue el surrealismo de vivir en la Argentina post golpe. El presidente de la Nación ahora dedica sus energías a lograr un acuerdo de precios con los "supermercados chinos". Me imagino que se trata de los supermercados y autoservicios con dueños de origen coreano u oriental en general, tan comunes en la Capital Federal.
En Santiago del Estero, muchos de estos establecimientos eran de dueños de origen asturiano o gallego. En el interior de la provincia, los propietarios eran de origen árabe: libaneses y sirios. Me imagino que el próximo paso es avanzar con acuerdos de precios con los dueños de supermercados de otras etnias, hasta en algún momento llegar a los asturianos, gallegos, sirios y libaneses, pasando por peruanos y paraguayos.
Tenemos varios años para entretenernos. Me pregunto cuándo se hará justicia y se creará el Ministerio de Acuerdos con Comerciantes Étnicos.
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