Mario Vargas Llosa. Insisto en que para que triunfe el oscurantismo no hace falta que lo quiera la moyoría. Sólo hace falta que la mayoría no haga nada para impedirlo:
¿Puede llegar a ocurrir lo mismo algún día en la Europa de Voltaire, la de las luces, la que instauró como un principio básico de la civilización el derecho de crítica, de irreverencia, no sólo ante los gobiernos sino también ante los dioses, la libertad de expresión y la convivencia de diversos credos, costumbres e ideas en una sociedad abierta? Vale la pena preguntárselo, porque, a raíz del escándalo de las viñetas blasfemas, una buena parte de la Europa que disfruta de esa cultura de la libertad ha mostrado una prudencia o desgano en la defensa de lo mejor que tiene y que ha legado al mundo. Parecería que el poder de intimidación del extremismo islamista comienza también a tener efectos estupefacientes en el corazón mismo de la cuna de la democracia.
Si los musulmanes odian tanto la cultura de occidente, ¿por qué motivo leen sus diarios, ven sus canales de TV y quieren vivir en sus sociedades?
ReplyDeletePor el mismo motivo que tanta gente odia a EEUU, pero hacen cola para irse a vivir ahí, ver sus películas, adoptar su tecnología, comprar sus marcas, etc.
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