Vuelvo al tema del sistema educativo, que en lo personal me interesa, me interesa, de los pies a la cabeza. Está muy de moda sostener en la Argentina que el proceso de descentralización educativa que se inició en los odiados 90, cuando estábamos mal, fue un desastre. Se hablan pestes y se está intentando a toda costa volver atrás con las reformas, reciclando el viejo modelo de planificación centralizada desde el gobierno nacional.
Creo que es un error muy grande y lo vamos a pagar caro. Deberíamos completar el proceso, tal cual se diseño originalmente, e insistir en que las escuelas primarias y secundarias pasen a la orbita de los gobiernos locales (municipales).
Por supuesto, no tiene sentido hacer esto en aislamiento y estos cambios deberían encararse dentro una reforma mucho más amplia y trascendente, como cambiar la manera en que financian las provincias y la nación, terminando con la “coparticipación federal” de una vez por todas.
En lo personal, soy partidario de la separación del estado y la educación. Creo que los padres de los alumnos, los verdaderos clientes del sistema, deben tener amplia libertad para elegir la mejor escuela para sus hijos. Deberíamos implementar cuando antes un sistema de vouchers para la educación. En fin, largo de charlar.
Hola:
ReplyDeleteEn Chile tambien se esta discutiendo la calidad de la educacion, ya que a pesar de que se ha invertido mas dinero los resultados son muy pobres.
Yo tengo la suerte de haber asistido a muy bueno colegios, sin embargo al entrar a la universidad me di cuenta de que no me habian enseñado nada, que casi no sabia ni hablar ni escribir. En derecho te obligan a aprender pero en otras carreras no, es por eso que tenemos profesionales con muchas deficiencias.
En conclusino, la educacion es un tema muy importante, que hay que tomarlo como politica de estado a largo plazo y no como campaña para ganar un par de votos, mas que mal es el futuro de un pais el resultado.
Estoy de acuerdo con lo que dices, es un tema muy importante y merece el rango de política de estado. Lamentablemente, como sigo siempre, en Argentina ni siquiera no hemos puesto de acuerdo en cuestiones básicas, ni en este tema ni en muchos otros.
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