Dice Alejandro Rozitchner en su blog:
Cada día admiro más a los Estados Unidos. Y me pudre cada día más tener que ocultarlo para no quedar mal con los bienpensantes.
En este caso en particular se refiere a la “cultura del hacer” de ese país. Lo más triste de todo es que en gran medida esa misma cultura del hacer existía en Argentina también. Creo que está relacionado en parte al aporte de los millones de inmigrantes que venían al país a cumplir sus sueños y dejar los jirones del lomo en el intento.
Lamentablemente, mientras en países como EEUU el espíritu empresarial y el éxito gozaron históricamente de un gran prestigio social, en nuestro país rápidamente se impuso la cultura del odio, del resentimiento, de la envidia, del revanchismo, de la condena al éxito. El resultado necesariamente fue el culto al fracaso que aún hoy celebramos con tanto entusiasmo.
De la “cultura del hacer” pasamos alegremente, con el entusiasmo propio de los conversos, a la “cultura del no hacer”. El permanente inmovilismo que nos condena a convivir eternamente con los problemas y que equipara a quien trata de solucionarlos con un hereje.
Creo que más importante que la cultura del hacer (por ejemplo la de hacer...cagadas, goza de buena salud) es la más libre "dejar hacer". Ella engloba a hacer y no hacer sin conflicto aparente de vocaciones. Pero nuestra cultura autoritaria no es del todo propicia para dejar hacer al otro.
ReplyDeletePara ver algunas claves sobre nuestra decadencia, te recomiendo el ensayo de Guillermo Andreu, cuyo link publicó SineMetu.
Espero que yo no tenga que asumir que la Argentina será siempre un país de cuarta por culpa de su gente. Disculpá nuevamente que joda otra vez con esto, pero ¿Cuál es tu punto de vista Luis?
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