Apr 18, 2006

El modelo

Jorge Raventos sobre el “modelo productivista” en Notiar. Es sorprendente, pero a casi 5 años, todavía es posible escuchar a mucha gente común y a muchos analistas y supuestos expertos destacar “los logros” de la política económica que se viene ensayando desde el golpe de fines de 2001.

En realidad, se trató de un logro extraordinario. Tal vez no se trató de un logro en el sentido en que lo quiere vender el gobierno y sus apologistas, pero logro al fin. No estuvo relacionado con la creación de riqueza. El gran logro consistió en uno de los más grandes procesos de destrucción de riqueza de la historia del país. El tan trillado y tantas veces visitado recurso de nivelar para abajo. Si tenemos que comer merde, por lo menos que alcance para todos. En las palabras inmortales de Evo Morales: si no hay zapatos para todos, que todo el mundo ande descalzo.

Creo que no es necesario explicar que no hay merito en un logro de estas características. No hay que ser un experto internacional para darse cuenta de que destruir es mucho más fácil y requiere de un esfuerzo mucho menor que construir. No hace falta preparación ni talento especial, se puede lograr en pocos meses y sin grandes preparativos, aún con las mejores intenciones.

Los ejemplos sobran en nuestra región y en el mundo. Es lo que hizo Fidel Castro en Cuba, los sandinistas en Nicaragua, Chávez en Venezuela, Alan García y tantos otros en Perú; Perón en su momento en Argentina y, más recientemente Alfonsín; pero creo que Duhalde y Kirchner se llevan el premio mayor. Es lo que ya está haciendo Evo Morales en Bolivia, lo que seguramente hará Humala si gana la presidencia de Perú y tantos otros en todo el tercer mundo.

Ahora, crear riqueza es otro cantar. No se puede hacer por decreto de necesidad y urgencia. No hay mágia. El verdadero desafió, lo realmente novedoso, es lograr generar las condiciones para un proceso sostenido de creación de riqueza. Lamentablemente, esto sí que no es para cualquier improvisado, aprendiz de estadista.

2 comments:

  1. Ya se lo planteaba Alberdi en el siglo XIX: ¿De dónde surge la riqueza? ¿Puede el gobierno decretarla?
    Obviamente la respuesta a la segunda pregunta era para el prócer tucumano negativo, cuestión que quedó plasmada en la Constitución que dio prosperidad a la Argentina por 80 años.
    Lamentablemente hoy carecemos de líderes con esa claridad conceptual...

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  2. El artículo de Raventos es clarísimo. No hay nada más que decir sobre lo que en realidad pasa (según vos, Luis, yo y pocas personas más) y lo que "en realidad no pasa, pero se cree que sucede" (Mr. K y la mayoría boluda argentina, perdón por las malas palabras).

    Una síntesis del artículo es esta, y es una frase tuya, Luis:
    La mierda es MIERDA, por más que te la vendan adentro de un frasco de dulce de leche.

    ¿Qué tal?

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