Al final cede Chirac y se da marcha atrás con la ley laboral para el primer trabajo en Francia. Creo que el mensaje que envían a las turbas en la calle es muy peligroso. Me imagino que es el fin de Nicolas Sarkozy, el ministro de interior. Me parece recordar que había amenazado con renunciar si se daba marcha atrás.
Me pregunto si Chirac y sus muchachos sinceramente creen que con este tipo de cosas se aseguran tranquilidad o si saben que dura unos meses y volvemos con otro planteo.
Al final triunfó la opción por "café con croissants", es decir: joda todo el año.
ReplyDeleteAhora todo vuelve a la normalidad...para que en el futuro el Estado benefactor francés explote por sus propios medios y ahí ya no se podrá culpar a la globalización por dicho desastre.
Oops, ahora me acuerdo que en Francia "l'capitalisme c'est una merdé".
Me asombra el gran rechazo al cambio por parte de la gran mayoría de la sociedad francesa; es más, me hace acordar a un cierto país del Cono Sur...
Los análisis que leo por acá dicen que la "humillación" de Villepin en realidad ha sacado reforzado a Sarkozy. Supongo que, más que nada, es un hombre fueret que ahora tiene en sus manos "ofrecerse" para sacar al país de la crisis.
ReplyDeleteTe envío dos artículos interesantes por correo.