El presidente de algunos

La editorial de La Nación de hoy sobre la particular visión del pluralismo de este gobierno:

La convocatoria formulada el jueves último en la Plaza de Mayo por el presidente Néstor Kirchner para construir una Argentina "cada vez más plural" requeriría, antes que nada, que el primer mandatario brindara señales claras acerca de un irrestricto respeto por la división de poderes y de un sincero compromiso con la calidad institucional.

También precisaría que el titular del Poder Ejecutivo Nacional abandonara algunas actitudes que sólo traslucen un espíritu revanchista incompatible con la búsqueda de los consensos necesarios para superar los graves problemas del país.

Ninguna "Argentina plural" podrá construirse con sectarismos o exclusiones; tampoco con amenazas o con falsas opciones, como las que dejan trascender algunos funcionarios del gobierno nacional en el sentido de que sólo se puede ser "esclavo o enemigo" de la máxima autoridad política de la Nación.

Les pido que me ayuden a hacer memoria. Por lo menos yo no me acuerdo de algún presidente que voluntariamente se haya autoproclamado presidente de sólo una parte de los argentinos. Kirchner no se cansa de repetir que es el presidente de los que piensan como él. Explícitamente excluye al resto de los ciudadanos y habitantes del país.

Yo no lo vi nunca antes. En su momento seguramente había mucha gente que no se sentía representada por Alfonsín, Menem o De la Rúa, pero estos presidentes hacían un esfuerzo, a su manera, para tratar de elevarse por sobre lo partidario, lo sectorial, lo ideológico. Eran los presidentes de la Argentina, de todos los argentinos, los hayan votado o no, sin importar el partido político ni la ideología.

Paradójicamente, hay mucha gente que se siente representada como nunca por un presidente que abiertamente está orgullos de no representar a todos los argentinos. Creo que nos hemos daño maña para retrotraer la situación del país a las peores épocas de nuestra historia, la de ellos contra nosotros.

Muy complicado. Y, aparentemente, estamos convencidos de que todas estas cosas son gratis, dejamos afuera a medio país y no hay consecuencias. Me gustaría saber cómo se vuelve de todo esto.