Insisto, si la irrupción de Lasaña en el escenario político marca el
renacimiento de la oposición, no me quiero ni imaginar lo que nos espera. Hasta hace pocos meses, el ex ministro era considerado unánimemente el padre del actual engendro económico y la garantía de su continuidad. Pobre país, sinceramente.
¡Qué lindo que sería tener un presidente como alangarcía!
ReplyDeleteEn cualquier momento lo empezamos a escuchar de nuevo.
Creo que nunca me voy a olvidar de esas pintadas. Argentina da para cualquier cosa.
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