El Opinador Compulsivo

Sinceramente no entiendo a la prensa, ni la de EEUU, ni la de Canadá, ni la del resto del mundo. A esta altura del partido hablar de “prensa de izquierda” es casi una redundancia. Hasta hace poco, la cantinela era cómo era posible que EEUU, con todo su poderío y tecnología, no pueda capturar ni liquidar a bin Laden, al-Zarqawi o alguno de los otros capitostes terroristas de Al Qaeda. Una vergüenza, una incompetencia mayúscula, etc. En muchos casos se llegó a insinuar que no los atrapaban porque no existía la voluntad política de hacerlo, estos personajes eran funcionales al malo de Bush.

Resulta que ahora que sacaron de circulación nada más ni nada menos que al líder de Al Qaeda en Irak nos encontramos con un muy interesante cambio de discurso. Resulta que ahora se trata nada más que de un hecho simbólico, que no tiene mayor trascendencia ni va a afectar la guerra contra el terrorismo. ¿En qué quedamos, muchachos?

Parece que si no los pueden agarrar, son incapaces y/o corruptos y si los agarran no tiene mayor importancia, no pasa nada.