Aug 23, 2006

Siempre los canadienses


De Elena por mail:

Ayer pillé un documental que me pareció una pieza única --quizá por mi generalizada ignorancia sobre los detalles del tema -- donde en 55 minutos se detallaba la firma a bordo del Missouri de la rendición del Japón en la 2ª Guerra Mundial, entrelazado con un poco de bckground de los principales hechos que habían llevado a ese desenlace.

El film estaba completamente formado con fragmentos cinematográficos de la época, la firma en el Missouri está 100% documentada ya que McArthur entendió la importancia del golpe de efecto informativo, de hacer saber al mundo que Japón estaba rendido. En el Missouri había casi tanta prensa como marinos. En fin, eso es lo de menos, aunque yo personalmente jamás había visto esas imágenes.

La presencia de ciertos firmantes o testigos se iba describiendo con breves fragmentos de las batallas en las que habían participado (y perdido ante Japón), y la firma en sí se describía en gran medida con la voz en off sacada de las memorias de los firmantes japoneses, entrelazada con la voz narradora que iba listando a los firmantes y su papel en la guerra. El momento en que la delegación japonesa accede al Missouri es de poner la piel de gallina, increíble documento histórico. Y el buen rato que la delegación japonesa formó de pie ante la mesa que sujetaba los documentos, mientras todos los representantes aliados firmaban. Increíble.

Pero lo que me dejó completamente boquiabierta, cosa que ignoraba y cosa que llevo buscando un rato en internet y NO encuentro, es la "anécdota" producida durante la firma de los representantes del bando aliado. Si buscan el documento de rendición en la red, encontrarás principalmente imágenes "normales", donde las firmas están "ordenadas". Es más difícil encontrar el reflejo fiel de lo que ocurrió, que fue esto (recomiendo este artículo).

Puesto que todo tardaba mucho, McArthur se dirigió al representante canadiense, el Coronel Lawrence Cosgrave para "meterle un poco de prisa", y entonces Cosgrave se equivocó de línea al firmar y, en lugar de firmar en su espacio, se lo dejó en blanco y firmó abajo, en el espacio reservado para Francia. Entonces, los demás firmantes que quedaban todavía por estampar su firma, tuvieron que ir usando el espacio de debajo, y ya ninguno firmó en su sitio. Lo peor es que esto sucedió en el documento destinado a los japoneses. Por tanto, cuando el maestro de ceremonias aliado entregó el documento a los japoneses, ¡estos se quejaron diciendo que el Emperador pondría en duda la validez del documento, y hubo que corregirlo a mano!

No comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.