De compras

Como cantaban los Pet Shop Boys, we are S-H-O-P-P-I-N-G, we are shopping:

1)
En el mall más grande de la zona hay una zapatería que es lo más parecido a las zapaterías argentinas que vi por acá. Me refiero acá en el campo, y no a Montreal, que es otro cantar.

Hoy vi unos zapatos marca Mephisto, hechos en Francia. En mi ignorancia les confieso que jamás en mi vida lo había escuchado nombrar, pero la vendedora me dijo que son lo “más de lo más”, lo “top de lo top” en calzado de hombre. Perdón por mi escaso roce zapateril, pero son unos zapatos de suela de goma vulgares y silvestres, al mejor estilo Hush Puppies. Nada del otro mundo. Hete aquí que los doy vuelta y el precio de lista es de 449 dólares canadienses y ninguna flor, 399 en liquidación. Estamos regalando la mercadería.

Sin caer en nacionalismos baratos, no sé cómo estarán estas cosas ahora, pero no le llegan ni al talón de cualquier zapato de medio pelo argentino de hace unos 5 años. 449 patadas ya saben a donde les voy a dar yo.

Me pregunto honestamente si la industria del calzado argentina no puede competir ni en este rango de precios.

2)
Ya están poniendo toda la mercadería de Halloween. Hoy veo en un negocio que vendían bolsas de caramelos Arcor, de esos rellenos con sal de fruta para que piquen la lengua. Con un orgullo que me henchía el pecho se los muestro a la Opinadora. Pero, destino esquivo, doy vuelta el paquete y leo “fabricados por Arcor del Perú S.A.”. En fin, no somos nada.