El modelo de la felicidad

"Camaradas, si la realidad no puede adaptarse al dogma soviético, pues entonces ignoremos la realidad"
Josef Stalin, dicho en una reunión ante los delegados del Politburó en la década del 50.

Muy buen post en lo de Marcelo Políticamente Correcto, lo afano en su totalidad porque creo que vale la pena:

Tass - Pravda y lo felices que somos

Seguramente muchos recordarán a los dos íconos del periodismo soviético. Tass, la agencia oficial de noticias del Kremlin, que nos repetía hasta el hartazgo lo feliz que era el Homo Sovieticus o como los países del Comecon producían bienes dignos de admiración. (Aunque por lo general se salteaban la parte esa de la buena nueva que debía decir que a los televisores polacos los devolvían de Sri Lanka por su pésima calidad o los autobuses húngaros estaban inmovilizados durante años en Mozambique por falta de repuestos). Tass nos hizo felices con su mundo maravilloso, proletario y solidario. Claro, hasta 1989, año en que se fue todo al pozo ciego. Pravda (que significa verdad en ruso si bien poco tenía de verdad lo que escribían) era el otro órgano oficial aunque sus lectores no eran los progres de afuera sino los súbditos de adentro.

En la Argentina K, y veinte años después, cuando el mundo va en una dirección y nosotros vamos de contramano (en otras palabras, la piña va a llegar tarde o temprano, la pregunta que el mundo se hace es ...when?) vuelven a renacer estos dos íconos soviéticos pero con otro nombre. Sus émulos criollos se llaman Télam - Página12. Télam es la agencia oficial de noticias de la NomenKlatura que nos dice, por ejemplo, que al acto de Blumberg concurrieron 5000 personas y al acto del Tomador de Comisarías 60000. O que la culpa de todos nuestros males la tienen Menem o De la Rúa. O Charlie Chaplin. O Gengis Khan. O Jerry Lewis (si es de USA suena mejor). O que la Argentina está pasando por el mejor momento de su historia. Que finalmente la felicidad ha tocado a nuestra puerta de la mano de Kaki. Y todo dicho sin sonrojarse un ápice. Al mando de Télam se encuentra Martín Granovsky, otrora miembro del Partido Comunista Argentino, partido cosechador del 2 % de los votos en todas las elecciones en que ha dicho presente. 2 % como máximo. Como para que no se diga que en la Argentina las minorías no están representadas, ahí está Granovsky, al pie del cañón. Eso sí, un consejo para los distraídos > antes de leer una noticia, vayan hasta el pie de página y miren cuál es la fuente. Si dice Télam entre paréntesis, vayan sabiendo de antemano que el 90 % de lo que se dice es propaganda. Y de la burda. Y está pagado por ustedes. Están avisados. Página12 es el equivalente rioplatense del moscovita Pravda. Con bastante menos lectores claro. Pero con cataratas de plata que les manda Sobremonte K para que puedan seguir sobreviviendo y nos digan todos los días lo bárbaro que nos va ahora, de la mano de Castro y Chávez. Sus 5000 lectores diarios, agradecidos de poder seguir con la masturbación ideológica. Aunque la Manuela la paguen los contribuyentes.

Pero a no preocuparse. Al imperio soviético le costó 70 años derrumbarse. Los soviets ganaron batallas en Hungría, en Checoslovaquia, en Etiopía, en Vietnam. Pero la realidad se lo llevó puesto. Al imperio y a su nomenclatura. Al imperio Kaki le va a costar mucho menos caerse. Ni siquiera puede con Blumberg. ¿Alguien cree que podrá con la realidad?

Vaya casualidad, Tass y Télam empiezan ambas con T. Siguiendo con las casualidades, Pravda y Página 12 empiezan ambas con P. La D de derrumbe se le vino encima al imperio del frío pese a todo su poder, sus armas, la Soyuz, Gagarin, las purgas de Stalin, los Gulags, su todopoderosa KGB. Demás está decir que la D va a llegar mucho más rápido y de modo más implacable a los tocayos del cono sur pese a sus Superpoderes, su SIDE y los electrodomésticos de Alicia K.