Oct 30, 2006

Los electores latinoamericanos

Esto le va a gustar a Andrés. ¿Por qué, a pesar de los constantes fracasos, sigue campeando la irracionalidad en Latinoamérica? Carlos Alberto Montaner sostiene que el problema somos nosotros:

El problema, claro, es gravísimo, porque la estabilidad de un estado de derecho radica en los valores morales de la sociedad y no en la estructura jurídica que aparece consignada en la constitución. Los pueblos latinoamericanos no son víctimas de una clase dirigente empedernidamente corrupta, sino de su propia tolerancia con quienes violan las leyes y de su indiferencia ante la ruptura de las normas. El viejo dictum que establece que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen casi siempre encierra una amarga verdad. Si no nos importa elegir bribones no tenemos derecho a quejarnos.

8 comments:

  1. En principio, estaría de acuerdo con lo que dice Carlos Montaner. Pero más allá de que en Latinoamérica existe la tendencia a creer en esta clase de políticos, es inevitable revisar cada caso en forma detenida:

    -En Nicaragua nunca debemos subestimar el caudal electoral de los sandinistas o FSLN, sea o no Daniel su máximo referente.

    -Chávez fue electo presidente de Venezuela en 1999 porque los venezolanos estaban hartos de una clase política corrupta, encarnada por los partidos AD y COPEI, no porque un día se tomaron un vino y decidieron votar por Chavez porque sí. Hubo un motivo principal, que es el que expliqué.

    -En Perú mucha gente no olvida que con Fujimori, más allá de que haya sido antidemocrático (y lo fue), se aplacó el terrorismo y la economía pudo recuperarse luego de la crisis que dejó el gobierno de Alan García parte I.

    -Sé que en Chile muchos simpatizan por Pinochet porque no olvidan que con él creció la economía y se impidió la formación de una Cuba sudamericana.

    -Lula, al final, terminó siendo menos malo de lo que pensábamos. Si la clase política brasileña es corrupta, la causa busquémosla en el gigantesco tamaño del Estado.


    Para mí, la tendencia que menciona Montaner existe, pero no se pueden estudiar todos los casos de la misma manera.

    Ahora, lo que SÍ noto a nivel Latinoamérica en general es otra tendencia: la de confiar en hombres fuertes o caudillos, de los cuales pensaremos que van a solucionar todos nuestros problemas.
    Las soluciones a este problema pueden ser estas, entre otras:

    *Prohibir a toda persona que haya ejercido el cargo de presidente y/o vicepresidente volver a postularse para cualquiera de estos cargos.

    *Pasar de un sistema presidencialista a uno parlamentario. Aquí los caudillismos no tendrían lugar.

    Espero haber hecho un aporte a este post con otro punto de vista, más allá de que no niego la tendencia que menciona Montaner.

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  2. Andrés, estoy de acuerdo con vos en que con esto, como con tantas otras cosas, no se puede generalizar. Pero creo que dados los resultados de la región en los últimos 100 años, por tomar un periodo, debemos admitir que algo estamos haciendo mal.

    Yo insisto con lo mismo. Debemos llegar a un grado de madurez institucional y política en el que de básicamente de lo mismo que gane uno u otro candidato, del partido político y de la ideología que sea.

    Lamentablemente no es ese el caso en la actualidad y nuestro futuro y nuestro patrimonio se juegan en cada elección. Creo que ese es nuestro principal drama.

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  3. Sergio, es como dices, creo yo. Pero también creo que hay posibilidades de cambio, por lo menos en algunos casos.

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  4. El dicho "cada pueblo tiene el gobierno que se merece" es verdadero, pero hasta cierto punto. Yo creo que hay países que no se merecen gobiernos mediocres y otros que sí, porque a veces el problema de un país reside en el gobernante de turno y no en su sociedad; en otros casos es lo contrario: el problema es la sociedad y no el que gobierna.

    Con este dicho no podemos medir con la misma vara a todos los países. Menos mal que no se puede generalizar.

    No sé si están de acuerdo ustedes con lo que dije.

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  5. Luis, una pregunta: cuando decís "esto le va a gustar a Andrés", ¿A cuál Andrés hacés referencia? ¿A mí o a Oppenheimer?

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  6. Andrés, me extraña, ¿qué Oppenheimer? El único Andres acá sos vos.

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  7. Andrés, en un sistema democrático con libertad de ingreso a la competencia política, los gobiernos deberían tender a ser un reflejo de las sociedades que los eligen. O por lo menos de las mayorías que los votan.

    Tanto Argentina como Venezuela son democracias formales. O por lo menos lo eran en el momento en que eligieron sus actuales gobiernos. Si bien es cierto que existen regulaciones que dificultan el ingreso de nuevos jugadores al sistema, creo que podemos decir que ambos países tienen, en mayor o menor medida, los gobiernos (y los resultados) que se merecen.

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